Carlos Mouriño cumplió ayer 78 años, casi 14 de ellos al frente del Celta, a cuya presidencia accedió en mayo de 2007 tras adquirir el paquete accionarial de Horacio Gómez. El mandatario sopla velas tras liderar, pese a un complicado descenso a Segunda División en su primeros años, una de las mayores etapas de bonanza del club celeste, que cumple su novena temporada consecutiva en Primera División, una de las series más longevas de la historia del club en la máxima categoría.

Mouriño, el más veterano de los presidentes de LaLiga, se ha destacado en los últimos años por una firme apuesta por la cantera, de la que el Celta es uno de los referentes en el fútbol español. Los 78 años le llegan al dirigente en un momento de estabilidad en la Liga con la llegada de Coudet y muy ilusionante para el filial, que aspira este curso al ascenso de categoría. La decepción ha llegado de la Youth League, que el Juvenil iba a disputar por primera vez, y ha sido suspendida por la pandemia.