El Celta ha cerrado filas en busca de un triunfo esencial frente al Levante (Ciutat de Valencia, 22.00 horas Movistar LaLiga) que mitigue los efectos de su decepcionante arranque liguero y saque al grupo de Eduardo, el Chacho, Coudet del bache de juego y resultados que lo mantiene anclado desde hace tres jornadas en puestos de descenso. Tras lograr un solo punto de los primeros quince que se han puesto en juego, la victoria se ha vuelto para el cuadro celeste una cuestión de pura necesidad.
La falta de resultados ha marcado el inicio de curso del nuevo Celta, cuya actual imagen contrasta vivamente con la que este mismo equipo ofreció durante buena parte del pasado curso con bastante menos fondo de armario. El equipo del Chacho se ha vuelto, pese a los refuerzos contratados, casi irreconocible, sin que el técnico argentino haya sido capaz dar respuesta a los graves problemas que le han impedido sumar de tres en las cinco primeras jornadas del campeonato. Preocupa la exigua pegada exhibida frente al marco contrario, el bajo nivel de forma de algunos futbolistas importantes, pero sobre todo el alto precio pagado por los graves desajustes defensivos que se han cometido en cada partido.
Los bajos números han encendido las alarmas, aunque no han minado (de momento) el crédito del Chacho. ni en la capacidad del grupo. La afición y en el club mantienen su confianza en el Chacho. Queda demasiada Liga por delante como para que cundan los nervios y al técnico le respalda una impecable hoja de servicios y una idea de juego esforzada, atractiva y osada que los jugadores han demostrado que pueden interpertar y que comulga plenamente con la afición. Pero el fútbol vive del presente. El pasado no cuenta y los significativos méritos contraídos el pasado curso no sirven ahora. La lúgubre realidad es al Celta parece habérsele olvidado la fórmula para ganar partidos y la reacción no puede hacerse esperar más.
Queda por ver cómo recompone el Chacho sus piezas. A diferencia del pasado curso, donde su once era poco menos que inamovible, el preparador celeste ha probado diversas alineaciones, pero no ha dado aún con la tecla que conduce a la victoria. Y tras el varapalo sufrido el pasado viernes en Balaídos frente al Cádiz, la impresión que el Chacho volverá esta noche a mover sus fichas.
Los cambios no afectarán a la portería, donde el rendimiento del argentino Matías Dituro ha contrastado con el bajo nivel general del grupo. En defensa, parece seguro el regreso a la titularidad de Néstor Araújo una vez que el mexicano ha superado los problemas físicos que llevaron a Coudet a reservarlo en el último partido. El eje de la zaga ha sido en este inicio de curso una zona voluble. Hasta cinco parejas distintas ha probado el técnico celeste con pobres réditos. Ausente Joseph Aidoo debido a su reciente positivo en coronavirus, el colombiano Jeison Murillo se perfila como principal candidato para acompañar al mexicano. La inexperiencia de José Fontán (señalado por el técnico tras su error frente al Cádiz) y Carlos Domínguez convierte al cafetero en la mejor opción para un partido en el que se precisa temple por lo mucho que hay en juego. En los flancos defensivos, no se adivinan sorpresas: Hugo Mallo y Javi Galán volverán a ser los elegidos.
Segura parece también la opción de Renato Tapia por delante de la defensa. El peruano se ha hecho en estos meses poco menos que imprescindible, pero la falta de descanso le está pasando factura y no puede descartarse que el Chacho lo reserve en beneficio de un Fran Beltrán en línea ascendente.
Las mayores dudas afectan, sin embargo, a la línea de volantes, casi inamovible el pasado curso, y que probablemente volverá a sufrir cambios esta noche. Los sacrificados podrían ser en esta ocasión Franco Cervi y Denis, lo que implicaría desplazar a Brais Méndez de la banda derecha a la media punta. Solari se movería por el flanco derecho y Nolito recuperaría la titularidad en el costado izquierdo. Iago Aspas y Santi Mina, mientras, son fijos como referencia en punta.
Si el Celta llega con problemas al Ciutat de Valencia, el Levante no llega mucho mejor. El triunfo ha esquivado también al conjunto de Paco López, que al menos no conoce tampoco la derrota. Cuatro empates y un derrota suman los granotas (a los que el Celta puede dar caza en puntuación, si gana), que fueron despedidos con pitos tras caer en su última comparecencia en el Ciutat de Valencia ante el Rayo Vallecano. El entrenador levantinista cuenta además con sensibles bajas para el duelo ante los celestes debido a las lesiones de Roberto Soldado, Mikaël Malsa, Enis Bardhi. Como contrapartida, el técnico granota recupera a De Frutos, ya recuperado de un esguince de tobillo y al capitán y goelador José Luis Morales, lastimado en el último partido y que apunta al banquillo. Melero y Vucevik, mientras, son duda.