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Balaídos, cuenta pendiente

Tras sumar su primer triunfo, el Celta marca en rojo la visita del Granada al estadio vigués como el partido que debe afianzar la reacción iniciada a domicilio - “Estamos en deuda con nuestra gente”, admite Coudet

Mina y Aspas debaten con el árbitro del Levante-Celta.

El esforzado triunfo logrado el martes en el Ciutat de Valencia ha despejado el horizonte de nubarrones para el Celta tras un problemático arranque de curso, en el que el denominador común ha sido la carencia de resultados en Balaídos, donde el grupo de Eduardo, el Chacho, Coudet cuenta sus tres partidos por derrotas. “Estamos en deuda con nuestra gente”, ha reconocido el preparador argentino, que ha marcado en rojo el duelo en casa del próximo lunes contra el Granada como el que debe consolidar la reacción que el equipo ha comenzado a cimentar a domicilio.

Lo cierto es que la afición no ha visto aún ganar al equipo del Chacho en el coliseo celeste. En realidad, el último partido en que el celtismo pudo saborear un triunfo en Balaídos se jugó hace 19 meses, el 22 de febrero de 2020, antes de que la pandemia cambiase el mundo, frente al Leganés. Los celestes se llevaron entonces los tres puntos gracias a un solitario gol de Iago Aspas.

Posteriormente, sobre todo el pasado curso con el Chacho, el Celta ha firmado muy buenos encuentros como local, pero la afición ha tenido que conformarse con disfrutar de ellos por el televisor.

Aunque el calendario no ha sido, en general, favorable, las victorias han esquivado sistemáticamente al Celta en Balaídos en este arranque de curso. Los celestes sucumbieron a la eficacia del campeón en la primera jornada en un partido que se jugó bajo el plan trazado por Diego Simeone; fueron incapaces de lanzar entre los tres palos frente al Athletic Club; y reaccionaron demasiado tarde a los gruesos errores defensivos cometidos con el Cádiz.

Lejos de Balaídos, las cosas han ido bastante mejor al grupo de Coudet. El Celta arañó un punto en Pamplona gracias al penalti parado por Matías Dituro; plantó, pese a la goleada final, cara al Real Madrid en el Bernabéu en un prometedor primer tiempo; y rompió finalmente su racha negativa ganando en el campo del Levante el pasado martes con tantos de Aspas y Brais.

Esta última victoria frente al conjunto de Paco López proporcionó un reguero de buenas noticias que Coudet se propone confirmar dentro de cinco días contra el Granada. “Más allá de que hay mucho que mejorar, necesitábamos un montón de cosas. Nos ha venido bien el gol de Aspas, nos ha venido bien el gol de Brais y también la atajada de Matías [al penalti lanzado por Roger], aunque preferiría que no hubiese más”, ha valorado Coudet.

Pero lo que el entrenador del Celta más celebra, tras granar en Orriols, es que el Celta haya conseguido por fin ganar un partido: “Lo más importante es sumar de tres y agarrar confianza. Tenemos seis días para preparar el próximo partido en casa y vamos a tratar de seguir mejorando. Más allá de mejorar necesitábamos estos tres puntos, pero ahora hay que pensar en el objetivo más próximo que es ganar el siguiente partido”.

No solo el técnico piensa ya en la visita del cuadro nazarí. “Satisfechos por nuestra primera victoria, pero somos ambiciosos y queremos mucho más. Seguimos trabajando siempre juntos”, ha escrito en Twitter Denis Suárez. “Poder regalarnos un triunfo y tener a la gente contenta por todo el apoyo que nos ha dado a pesar de los resultados era muy importante para nosotros. Ojalá en casa podamos sumar de tres porque todavía no lo hemos conseguido”, ha apuntado Matías Dituro.

Celebración de uno de los goles del Celta al Levante. LOF

El técnico ha utilizado ya a todos sus jugadores de campo en los seis primeros partidos

El Celta se distinguió en buena medida el pasado curso por su predecibilidad. Desde su llegada al banquillo, Eduardo Coudet conformó su once con un escogido grupo de futbolistas que tan solo modificó cuando las sanciones o las lesiones le obligaron a ello. Esta circunstancia fue más acusada en los meses previos al mercado invernal debido a la escasez de efectivos (que obligó al técnico a tirar en no pocos partidos del filial) y se atenuó ligeramente con la llegada en el mes de enero de Augusto Solari, Aaron Martín y Facundo Ferreyra. Todo en aquel Celta era predecible, incluso los cambios, que parecían pautados de antemano (hasta en los minutos en que iban a producirse). En contadas excepciones hubo sorpresas. Pero la llegada de savia nueva en el mercado estival ha cambiado las tornas. El dato es revelador: Eduardo Coudet ha utilizado ya a todos sus jugadores de campo en los seis primeros partidos de Liga. Apenas Rubén Blanco, relegado este curso a la suplencia por Matías Dituro, no ha dispuesto aún de minutos. La titularidad está también algo más cara esta temporada. Casi nadie es ya imprescindible. Solo cinco futbolistas han iniciado todos los partidos: Dituro, Galán, Tapia, Aspas y Mina, mientras que Hugo Mallo se ha perdido un encuentro por sanción, Araújo fue suplente contra el Cádiz debido a las molestias sufridas en el entrenamiento previo y Jeison Murillo no se incorporó al Celta hasta la cuarta jornada de Liga. El puesto que más ha bailado es el de central izquierdo, donde Coudet ha empleado al propio Murillo, José Fontán y Carlos Domínguez, éste perteneciente aún al conjunto filial. Denis ha sido también fijo, salvo en este último partido, mientras que Nolito se ha alternado en la titularidad con Franco Cervi. El buen desempeño de Agusto Solari y Fran Beltrán les ha concedido alguna titularidad y ambos han ampliado también sus minutos de juego, pues ha habido más cambios y han sido más variados. A la cola en minutos están Kevin Vázquez (titular en la segunda jornada por lesión de Mallo), Miguel Baeza y Okay Yokuslu, cuya participación ha sido hasta ahora meramente testimonial.

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