Matías Dituro ha justificado sobradamente su sólida reputación de atajador de penaltis en el poco tiempo que lleva en el Celta. El cancerbero argentino ha brillado en este arranque de curso bajo el travesaño, pero se ha revelado sobre todo como un muro casi infranqueable en los lanzamientos desde la línea de los once metros. Su eficacia en las penas máximas ha dejado pasmados a propios y extraños.

No es para menos. Dituro ha detenido tres de los cuatro penaltis que le han lanzado en los seis primeros partidos de Liga. Una proeza al alcance de muy pocos que no se recuerda (al menos en muchos años) en LaLiga. Y no es su mejor registro, pues el argentino ostenta el récord mundial de ser el portero que más penaltis ha detenido en una competición futbolística profesional: siete de ocho. Ocurrió en 2014, con el Club Aurora, en el Torneo de Clausura boliviano.

Una proeza que él mismo podría incluso superar esta temporada con el Celta en un campeonato del máximo nivel mundial, como es LaLiga, si mantiene semejante ritmo. Su porcentaje de acierto, el 75 por ciento, es casi más propio de un lanzador que de un portero. “Es un atajador”, concluye, no demasiado sorprendido, Eduardo Coudet, que prefiere que no se le ponga más a prueba. “Esperemos que no haya más y se acabe aquí su récord”, sentencia el preparador céltico.

En el Celta no se recuerda nada semejante. El último gran parapenaltis en el cuadro celeste fue otro argentino, Pablo Cavallero, que conquistó el Trofeo Zamora en la histórica temporada 2002-03 y se mostró también como un eficiente lanzador de penas máximas. Pero el porcentaje de Cavallero, que detuvo cinco penaltis en tres temporadas y le marcaron nueve, no llegó al 50 por ciento.

A Dituro, de momento, solo ha conseguido superarle desde los once metros el madridista Karim Benzema. El portero argentino dejó con un palmo de narices al rojillo Rubén García con una parada extraordinaria (rectificando en pleno vuelo para sacar el balón con el pie) que dio al Celta su primer punto del curso; adivinó luego las intenciones del cadista Salvi Sánchez (aunque luego no sirvió de mucho porque el Cádiz cazó el rechace); y aguantó hasta el último momento el lanzamiento de Roger Martí para desviar el tiro, como ocurrió el martes en el Ciutat de Valencia.

Nada de ello ha sido casual. Detrás hay mucho trabajo, como ha revelado el propio Dituro. “ Yo trabajo haciendo un análisis de los delanteros, con informes que me pasan el club y el entrenador de porteros. Uno mira e intenta analizar”, explica el meta celeste. “Por suerte pude aguantar en el penalti, sabía que si aguantaba él iba a buscar su lugar seguro”, precisa sobre su última parada.

Sus compañeros, mientras, se muestran encantados con la seguridad que está aportando al equipo. “Es alucinante. Tienes la confianza de que te pitan un penalti y es casi seguro que lo va a parar”, subraya Brais Méndez.