Santi Mina ha eliminado esta temporada la dependencia goleadora que el ataque del Celta ha tenido en los últimos años de Iago Aspas. El delantero vigués ha iniciado el presente curso del mismo modo que concluyó el pasado: pletórico. Y el Celta lo está notando para bien. Autor de dos goles y dos asistencias (ambas en el último partido frente al Levante), el indomable carácter del artillero vigués, su incomparable entrega y capacidad de batalla, ha contagiado a todos. “No para de correr del minuto uno al noventa y cinco. Nos da la vida que un jugador se deje tanto en el campo. Se mata por él, por todos los compañeros y si le tiras una piedra va a ser el primero en poner la cabeza. Es un placer tenerlo en el equipo. Con él siempre puedes ir a la guerra”, resume Brais Méndez.

Lo cierto es que está temporada Mina está compartiendo el protagonismo goleador con Iago Aspas. Ambos suman dos goles, pero la influencia del vigués en el juego ofensivo celeste está siendo, por primera vez, algo mayor, no en vano Mina forzó el penalti que permitió a Iago batir a Jan Oblak en la primera jornada y estrenar su casillero goleador este curso. El segundo gol del moañés también se lo dio Mina, el pasado martes, con un pase filtrado al área que dejó a Aspas mano a mano con Cabrera, el guardameta del Levante.

Los números ofensivos del vigués mejoran exponencialmente cada nueva temporada. Desde su retorno al Celta suma ya 20 goles (6 el primer año, 12 el pasado curso y otros 2 en los 6 primeros partidos de la actual temporada) y 8 asistencias (3 hace dos campañas, otros 3 el pasado curso y dos en la actual).

Mina es también uno de los jugadores que mejor ha interpretado la idea de presión alta que propone Eduardo Coudet. El vigués no solo se ha comportado como uno de los mejores atacantes del equipo, sino que se ha convertido también en un defensor impenitente. “Hay que empezar a defender desde arriba. No hay que mirar solo a los defensas, hay que mirar al conjunto”, confesaba el artillero tras la última derrota del Celta en casa ante el Cádiz.