Santi Mina refrendó ayer su buen inicio de La Liga con un doblete en la victoria del Celta sobre el Getafe. El canterano céltico ha dado un salto en su capacidad anotadora y mantiene en lo que va 2021 unos números que lo sitúan como uno de los delanteros españoles más solventes. Los goles de anoche premian, además, su inagotable trabajo en favor del equipo, una entrega innegociable para el atacante.

Sin embargo, la celebración de su primer gol dejó un gesto para la polémica que recuerda su pasado valencianista. Tras cabecear a la red y celebrar con sus compañeros, Mina, en dirección a los aficionados del Getafe, se frotó los ojo, como enjugándose las lágrimas. Una forma de llamar "llorones" a los seguidores del club madrileño.

Santi Mina se enjuaga las lágrimas dirigiéndose a la afición del Getafe Movistar LaLiga

¿Por qué ese recado? Todo apunta a las viejas tensiones entre el Valencia y el Getafe en la etapa en la que el vigués estuvo en Mestalla. De aquella Marcelino estaba en ese banquillo y Bordalás en el getafense; ambos protagonizaron duras polémicas. Los piques eran constantes cada vez que ambos equipos se enfrentaban y el cruce de reproches entre ambos conjuntos iba a más con el paso del tiempo. También entre los aficionados.

No es la primera vez que Mina se acuerda de aquellos tiempos vistiendo la camiseta celeste. En la visita del pasado curso al Coliseum, cuando fue sustituido y se bajó las medias, enseñó el tatuaje de la Copa del Rey que el Valencia CF ganó en 2019. Otro recado más para un Getafe que sufrió la eliminación del equipo valencianista en las semifinales de esa competición. Además, el futbolista se encaró con la grada cuando llegó al banquillo.