El Celta B firmó en Matapiñonera una obra sublime al imponerse en un recital ofensivo al Sanse por 0-7. El mejor partido en años de los vigueses que dominaron con absoluta autoridad y en el que fueron un martillo en ataque. Especial protagonismo para Gabri Veiga y Miguel Rodríguez, que firmó cada uno de ellos un doblete. Completaron el festival los goles de Cedric, Alfon y Lautaro. E incluso pudieron ser más porque el Celta B disfrutó de numerosas ocasiones y llegadas que se fueron al limbo ante un conjunto madrileño que desde el arranque se sintió completamente desbordado.

Con este triunfo el conjunto de Onésimo refuerza sus aspiraciones y salta hasta la cuarta plaza de la clasificación (pendiente de lo que hagan el domingo algunos de sus rivales directos). El partido en Matapiñonera -de donde solo habían escapado cuatro puntos en lo que va de temporada- es un aval gigantesco. Solo se llevaban dos minutos cuando llegó el primer gol obra de Gabri Veiga. A la fiesta se sumó rápido Miguel Rodríguez (que sumó sus dos tantos antes del descanso). Con 0-3 el partido se fue al descanso, pero aún quedaba lo mejor. Porque en el segundo tiempo el Celta B fue un ciclón. Gabri Veiga hizo el cuarto, pero es que cada llegada del Celta B era una ocasión clara. Se fueron sumando luego Cedric, Alfon y Lautaro (estos dos últimos poco después de pisar el campo). En definitiva un recital en el que no solo brillaron los delanteros sino también el control que gente como Holsgrove, Beitia o Carrique tuvieron sobre el partido.