Oscila entre la acción y el policíaco y trata, también, de sembrar el humor en momentos en que el relato parece perder entidad, pero lo cierto es que fracasa casi por completo en una clara demostración de ausencia de imaginación y de escasa inspiración.

La jugada comercial se apoyaba en origen en la figura del actor de color galo Omar Sy, que se ha hecho muy popular en Francia gracias a títulos como Intocable, Incompatibles, El doctor de la felicidad, Jurassic World y X-Men.

Días del futuro pasado, pero salta a la vista que hacían falta muchas más cosas para que un producto como éste brillase con luz propia. De hecho el guión carece de cualquier estímulo resaltable y la ambientación en Miami, como punto de conexión entre bandas de narcotraficantes, no interesa ni desde el punto de vista de un conflicto trivial entre buenos y malos ni como pretexto de un recorrido por los ámbitos de la Miami de la delincuencia.

Gran parte del desaguisado en que se va convirtiendo la cinta a medida que avanza la proyección es fruto de los errores de la dirección, que está en manos de un cineasta que es responsable de una filmografía nutrida de una quincena de títulos cortados por un mismo patrón.

El protagonismo lo asume Baaba, un fornido agente negro que se desenvuelve por las calles parisinas de Belleville, una zona con una población multiétnica que no satisface plenamente a su novia y mucho menos a su madre. Por eso, cuando un amigo íntimo es asesinado por un traficante decide tomar cartas en el asunto y llevar a cabo una investigación que le lleve a la detención del culpable. Su estrategia consiste en hacerse pasar por funcionario del consulado de Miami e infiltrarse entre quienes luchan contra las drogas. Para ello recurre, asimismo, a un policía del entorno, Ricardo, que conoce el terreno que pisa. Con ambos al frente de la tarea todo indica que el objetivo no tardará en cumplirse. A señalar, junto a los defectos ya citados, el lamentable doblaje, de modo que los tres idiomas del original -inglés, francés y español- se han reducido a uno.