Se supone que un director como este, Steve McQueen, figura ya en la memoria o, en su defecto, en la agenda de todo buen aficionado, puesto que aparte de contar ya con el Óscar al mejor director y a la mejor película, en ambos casos por la impresionante 'Doce años de esclavitud', ha demostrado con creces sus grandes cualidades narrativas y la portentosa fuerza de sus imágenes. Autor ya de una filmografía corta pero más que interesante, que se inició con 'Hunger y que se cimentó con 'Shame' y la ganadora de la estatuilla citada, este afroamericano nacido y afincado en Londres está llamado a erigirse en uno de los cineastas más notorios del momento, y en este sentido 'Viudas' es la radical confirmación de toda esta retahíla de virtudes.

No hace falta recomendarla porque su talla es algo que salta a la vista. Sobre la popular serie de televisión de Lynda La Plante, que aún recordarán muchos y que el propio realizador ha adaptado al cine con la colaboración de Gillian Flynn, se ha elaborado un thriller sobre la corrupción política que echa chispas en el plano dramático y que desprende unas dosis de violencia selecta pero explosiva. Con un postre que, por supuesto, no puede marginarse, el soberbio reparto en el que destacan nombres de jóvenes y veteranos de la talla de Liam Neeson, Colin Farrell, Robert Duvall y, por citar solo unos pocos, Viola Davis.

En un Chicago en el que todavía parecer resonar las armas de los Intocables se ha instalado un territorio propicio para todo tipo de excesos. El caso que nos compete afecta a cuatro mujeres que han quedado viudas como consecuencia de los disparos que se han producido en el transcurso de un robo. A pesar de la tragedia no es, para ellas, el momento para lamentarlo, al menos más de la cuenta y de lo que se merecían. El brazo ejecutor y la organización del nuevo golpe nos llevan a la misma persona, la mujer de color Verónica, que parece tener sobrada experiencia en la materia, probablemente por su matrimonio con una de las víctimas, Harry.