Los recuerdos de infancia de Alfonso Cuarón, en 'Roma', han conquistado este año al mundo del cine y es la gran favorita para hacerse con el Goya mejor película iberoamericana, aunque tiene como competidores a tres grandes títulos, 'La noche de 12 años', 'Los perros' y 'El ángel'.

En blanco y negro, rodada en español y mixteco y con la naturalidad por bandera, la sencillez de "Roma" no lo es en absoluto y el trabajo que hay detrás del proyecto ha sido "titánico", como ha señalado a Efe Eugenio Caballero, nominado al Óscar por el diseño de Producción de la película junto a Bárbara Enríquez.

Usando como base los recuerdos de su infancia que Cuarón contó a su equipo durante larguísimas conversaciones, se construyeron decorados, se analizaron olores, se discutieron colores y se cuidó hasta el más mínimo detalle de una película que también ha sido un desafío técnico.

Porque está rodada en 65 milímetros -frente al formato estándar de 35 mm-, en 4K -la mayor calidad disponible de imagen digital- y con sonido Dolby Atmos -que tiene 64 canales independientes-.

Y un desafío actoral, porque la mayoría de los intérpretes eran debutantes, con casi la única excepción de Marina de Tavira, que interpreta a la madre del realizador.

De Tavira está nominada al Óscar a la mejor actriz secundaria y Yalitza Aparicio, una maestra de Oaxaca a mejor actriz principal, dos de las diez candidaturas de un filme que ha arrasado desde su primera proyección en el Festival de Venecia, donde se hizo con el León de Oro.

Desde entonces su carrera ha sido tremenda. Ganó dos Globos de Oro -a mejor dirección y mejor película extranjera-, y ha sido premiado por múltiples asociaciones de críticos en todo el mundo, sin olvidar que está nominada a siete BAFTA del cine británico y al Goya.

Sería muy raro que no se lleve el Goya y de hacerlo sería el tercero para México, que pese a contar con 17 nominaciones solo lo ha conseguido por 'Lo que importa es vivir' (1987) y 'El callejón de los milagros '(1995).

Y lo ganaría frente a tres rivales de gran altura.

Porque la calidad de los cuatro finalistas de este año al Goya en el apartado iberoamericano está fuera de toda duda.

'La noche de 12 años' es la narración de la tremenda encarcelación que vivieron José Mujica (interpretado por el actor español Antonio de la Torre), Mauricio Rosencoff (el argentino Chino Darín) y Eleuterio Fernández Huidobro (el uruguayo Alfonso Tort).

Estuvieron doce años en prisión por su pertenencia al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, opositor a la dictadura militar uruguaya (1973-1985), una historia que quedó reflejada en las "Memorias del calabozo", de Rosencoff y Huidobro, en las que Álvaro Brechner (Montevideo, 1976) se ha basado para la película.

Una durísima película sobre el que, tiempo después, se convertiría en presidente de Uruguay, José Mujica, y que es una muestra de "la capacidad humana de sobrellevar situaciones extremas", como señaló Brechner a Efe.

Otra historia dura es la de 'Los perros' y también con base real. La chilena Marcela Said cuenta cómo Mariana (Antonia Zegers), una mujer de la clase alta chilena, conoce a Juan (Alfredo Castro) un exmilitar investigado por abusos de derechos humanos durante el régimen de Augusto Pinochet y que ahora es su profesor de equitación.

Una película sobre las heridas no cerradas aún en Chile por la dictadura de Augusto Pinochet y que aporta "una mirada muy particular, femenina y oblicua" a los temas de su país, en palabras de Zegers.

"No estamos rodeados de héroes, todos somos seres contradictorios, con valentías y miedos al mismo tiempo", explicó la actriz sobre una película que ganó el premio Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián en 2017.

Y el cuarto título nominado es de nuevo una historia real, la del asesino en serie Carlos Robledo, conocido como "el ángel de la muerte", quien conmocionó a Argentina en la década de 1970 por cometer 11 homicidios y 17 robos, entre otros crímenes, por lo que fue condenado a los 20 años de edad a cadena perpetua.

Luis Ortega realiza un retrato brillante de Robledo (interpretado por Lorenzo Ferro) y de la sociedad argentina de la época en una película fresca y que muestra unos hechos tremendos con una naturalidad pasmosa.