La Guardia Civil ha abierto una investigación para dar con los autores de al menos cuatro asaltos a viviendas de lujo perpetrados y denunciados en Baiona desde el fin de semana. Los ladrones se llevaron las joyas y dinero que encontraron en los hogares y causaron daños a los inmuebles al romper cristales para acceder al interior, aparte de los desórdenes ocasionados en busca de los botines.

Tres de los hogares violentados se ubican en la exclusiva urbanización Vista Real y el cuarto, del que no han trascendido datos, fuera de sus muros. Los ataques se produjeron en viviendas de la planta baja de algunos de los 45 bloques de pisos y dúplex que coronan el centro urbano baionés, concretamente en los situados en la cota inferior del conjunto, a pocos metros del cuartel.

Los asaltantes accedieron por las terrazas. Apenas se levantan unos centímetros por encima del suelo, por lo que trepar no habría supuesto demasiado esfuerzo. Una vez superados los obstáculos de los balcones, se encontaron las persianas de los ventanales con vistas a la bahía abiertas y rompieron los cristales para entrar en busca de joyas y dinero. Nada de equipos electrónicos ni objetos de valor pesados, sino material valioso que apenas ocupa espacio y resulta ligero para transportar con rapidez en una huida.

No se descarta que los asaltantes conozcan bien el entorno e incluso hayan vigilado el conjunto residencial popularmente conocido en Baiona como “Las Maclas” antes de actuar. Se trata de una urbanización con más de 200 viviendas, la gran mayoría habitadas solo en época estival, tanto como segundas residencias de veraneantes procedentes de Madrid y Ourense en su mayoría o como alquileres vacacionales. Apenas un veinte por ciento de los pisos están ocupados todo el año y los ataques fueron directos a tres de ellos, vacíos en ese momento al haber salido los dueños o inquilinos, y se prolongaron apenas una hora, entre las 19.30 y las 20.30 del lunes, según fuentes próximas a los afectados.

Los ladrones aprovecharon el anochecer. La escasa visibilidad a esa hora en esta época del año los ayudó a llevarse el botín sin ser vistos y esquivaron además el servicio de seguridad privada que la comunidad de vecinos tiene contratado. Los guardas controlaban la zona en horario nocturno, pero los propietarios han decidido ya ampliar el horario de vigilancia tras lo ocurrido, para evitar que se repita.