La pandemia desató la solidaridad de centenares de personas, especialmente en la primera ola, cuando el virus cogió a pie cambiado a la sanidad y al propio sistema de fabricación de elementos de protección y hubo una gran carencia de mascarillas, que se lanzaron a la elaboración casera de este tipo de productos. Pero también empresas, que decidieron echar una mano y buscar también un nuevo nicho de mercado. Es el caso de Comunica, una compañía que ofrece varios servicios en A Guarda, como la impresión digital o la transformación de plásticos y que emplea a más de treinta personas. Aprovechando el impulso del momento, su gerente, Roberto Lira, decidió crear una nueva empresa matriz que se dedicase a la fabricación de elementos de protección: Aeprotec, que opera en el polígono industrial de Areas, en Tui.
Empezaron con pantallas protectoras y ahora han logrado crear una mascarilla quirúrgica con una filtración que roza el 100%. Concretamente un 99,81%. “Es una de las mejores mascarillas quirúrgicas que se fabrica en España”, asegura Roberto Lira. Esta realidad, apunta, viene avalada por la certificación conseguida por el Instituto Tecnológico del Textil de la Comunidad Valenciana (Aitex), institución que se dedica a la investigación, ensayos y certificación de artículos y materiales textiles, y que ha avalado el producto salido de la fábrica tudense, que también ha recibido la licencia por parte de la Agencia Española del Medicamento, que depende directamente del Ministerio de Sanidad.
Estas mascarillas las fabrican en una nave del polígono de Areas, en Tui. Se trata de una instalación que ha recibido la licencia sanitaria correspondiente para la fabricación de material sanitario y de material farmacéutico de tipo 1. El éxito de la mascarilla quirúrgica fabricada en Tui lo demuestra el hecho de que la están vendiendo a gran escala tanto a nivel gallego como nacional, teniendo convenios ya con grandes empresas que las utilizan de forma masiva. Al tener licencia farmacéutica de tipo uno, ya están barajando comenzar a fabricar otro tipo de productos, pero Roberto Lira todavía no quiere adelantar cuáles serían. “Tengo alguna idea en mente, pero prefiero no decir nada de momento”, asegura.
La calidad de sus elaboraciones, afirma el gerente de Aeprotec, es de máximo nivel y no tienen nada que ver con las mascarillas quirúrgicas o higiénicas importadas. “Precisamente las mascarillas que son importadas, que suelen ser de fabricación china y son las que se venden en algunos establecimientos, no se les exige la misma calidad que a las que fabricamos en Galicia. Los productos de este tipo importados desde fuera tienen una exigencia menor y esto es algo que las autoridades deberían regular”, explica Roberto Lira, natural de la parroquia guardesa de Camposancos. Durante la pandemia, en la primera ola, su empresa llegó a fabricar, apunta, medio millón de pantallas faciales ante la elevadísima demanda de estos productos. Posteriormente se lanzaron a elaborar mascarillas quirúrgicas, mientras que las FFP2 que comercializan son en su caso importadas.
