Los redondelanos tendrán la oportunidad de conocer durante los próximos dos meses el ídolo menhir encontrado el pasado año en el castro de Negros, un hallazgo “único” según los expertos, que se remonta a los siglos V o IV a. C. De la importancia de este descubrimiento habla el hecho de que será la primera pieza de este tipo con la que cuente la muestra permanente del Museo de Pontevedra.

El menhir, que se expone en el Multiusos de A Xunqueira hasta julio, fue descubierto el pasado verano por el arqueólogo Eduardo Velázquez Turnes durante las tareas de control arqueológico realizadas el pasado año para supervisar los trabajos de tala y retirada de madera que realizaba la Comunidad de Montes de Santo Estevo de Negros.

Cultura púnica

El hallazgo de esta pieza conecta, directamente, a los antiguos habitantes del castro de Negros con la cultura púnica, dominante en el mundo mediterráneo occidental durante la Edad de Hierro, antes de la expansión del Imperio Romano, y que tuvo presencia en el litoral gallego, tal y como lo demuestran los descubrimientos, cada vez más abundantes, de objetos procedentes de esta cultura.

La exposición, coordinada por el arqueólogo Xurxo Constenla, tiene como objetivo que los ciudadanos puedan conocer esta pieza que introduce a Redondela en la historia de Europa, y al mismo tiempo, poner en valor el enorme interés arqueológico que tiene esta zona del litoral sur de la ría de Vigo.

El hecho de encontrar este menhir en el castro de Negros demuestra, según los expertos, la existencia de “firmes relaciones comerciales del mundo púnico con Galicia y no meros contactos aislados para intercambio”.

La alcaldesa de Redondela, Digna Rivas, destacó el trabajo realizado por Eduardo Velázquez y Xurxo Constela, de la empresa A Citania, Gestión del Patrimonio Cultural, “que permite poner en valor no solo este hallazgo, sino también la importancia del municipio en el contexto histórico y patrimonial”.

Agradecimiento al Museo

Por su parte, el concejal de Cultura, Daniel Boullosa, quiso agradecer al Museo de Pontevedra, donde está depositada la pieza, “las facilidades ofrecidas y la sensibilidad mostrada a la hora de permitir que este hallazgo pudiera ser expuesto en Redondela, municipio en el que fue encontrada, antes de su traslado definitivo a la institución museística provincial ”.

Estos menhires son, según los expertos, objetos asociados a contextos culturales y religiosos. Su origen se cree que se debe a que los navegantes púnicos, que llegaban las costas gallegas en busca de metales para fundición –especialmente estaño–, erigirían estas piezas como ofrendas a los dioses en la búsqueda de seguridad y protección en un lugar lejano y desconocido.