La rotonda de la vergüenza, en Redondela: la Guardia Civil multa mientras los conductores circulan por socavones

La Dirección General de Tráfico (DGT) desarrolla esta semana una campaña en los viales de todo el Estado de sensibilización sobre los excesos de velocidad con un incremento de los controles con radares móviles, una medida que justifican “por seguridad” para los conductores. Sin embargo, el buen estado del firme de las carreteras, que es la principal garantía de seguridad, parece que no preocupa. Al menos esa es la sensación que tienen los miles de conductores que a diario transitan por la carretera N-552 entre Vigo y Redondela, donde la rotonda de acceso a la autopista AP-9 a la altura del puente de Rande, en Cabanas (Trasmañó), presenta desde hace meses un estado deplorable por la falta de mantenimiento.

Los baches que causan el continuo paso de camiones por este punto unido a las persistentes lluvias de este invierno han provocado un importante deterioro de la capa de rodadura, que presenta grandes socavones de medio palmo de profundidad, como si hubiese pasado un arado por la zona. Un peligro al que se suma la gravilla suelta en la calzada, el principal temor para motoristas y ciclistas. “No se puede permitir que continúe así más tiempo. Lo único que han hecho en los últimos meses es colocar una señal de peligro por baches, pero aquí nadie viene a reparar el asfalto. Y eso que es un punto en el que casi todos los días está la Guardia Civil y la Policía Nacional; ya que están para controlar el tráfico también podían pasar algún parte a la Demarcación de Carreteras advirtiendo del peligro que supone una calzada en tan mal estado. Cualquier día pasará un accidente grave y nos echaremos las manos a la cabeza”, afirma Mario Sánchez, que reside en Trasmañó, muy cerca del lugar.

Otra conductora, Luz Leirós, acude todas las semanas a recoger agua en una fuente junto a la rotonda. “No es normal que lleve tanto tiempo así, la gente se va cambiando de carril para esquivar los baches y a veces causa situaciones de peligro. Es un punto con mucho tráfico a todas horas”, comenta.

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Gonzalo Cabaleiro vive a cincuenta metros de la rotonda y es testigo directo de las maniobras de los conductores. “No saben si coger la rotonda por el exterior o por el interior, van sorteando los baches como pueden y muchas veces hay discusiones entre los coches. Y eso que la Guardia Civil se ponen mucho en este punto. Esto ya no se repara con parches, hay que cambiar todo el asfalto porque con tanto tráfico pesado se volvería a levantar en poco tiempo”, indica.

Los motoristas y ciclistas son los más vulnerables por el mal estado del firme. Ayer pasaba por la zona el redondelano Antonio R.V. con su bicicleta de carretera. “El surco que hay en el medio es una barbaridad. Yo porque lo conozco bien porque paso todos los días en el coche para ir a trabajar a Vigo, pero si no conoces la zona y vienes un poco rápido con la bici es fácil caerte o por los baches o por la gravilla”, se queja mientras se refresca en la fuente.

Luz Leirós

“Los conductores van cambiando de carril para esquivar los baches"

Otro conductor, César Rodríguez, de Redondela, es de la misma opinión. “Hay que hacer malabares para esquivar los baches, en unas zonas es mejor por el interior y en otras por el exterior, pero está muy peligroso, y más por las noches que no se ve bien”, apunta.

Una vecina de la zona, Gloria Boullosa, culpa de la situación a la falta de recogida de pluviales. “Cuando se construyó la rotonda no se hizo bien y todas las aguas de las fincas caen a la carretera y eso perjudica mucho el asfalto, igual que el continuo paso de camiones”, señala.

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