El próximo sábado 20 de noviembre en Vigo, Watermelon Slim (toda una leyenda viva del blues), dará su único concierto en Galicia, acompañado de sus inseparables Bryan Shaw (batería) y John Allouiseun (bajo). Vienen directamente desde ese cruce de caminos donde Robert Johnson pactó con el diablo (Clarksdale-Misisipi), vendiéndole su alma para convertirse en el mejor bluesman de la historia.  Watermelon Slim (Boston, EE UU, 1949) sigue tocando sin descanso desde los años 70, acompañando a John Lee Hooker, Robert Cray, Champion Jack Dupree, Bonnie Raitt, "Country" Joe McDonald, Henry Vestine de Canned Heat y su buen amigo Magic Slim, entre otros muchos.

-Para conocer mejor al Watermelon Slim hombre comencemos por su infancia.

Mi infancia fue hace mucho tiempo. Hace más de 60 años vivía en Carolina del Norte, en el sur de Estados Unidos. Nunca viví con mi padre, porque mis padres se divorciaron cuando yo tenía 3 años. Mi padre fue un héroe de guerra, en dos armadas, primero en la Armada británica y luego la Armada estadounidense. Como señalo en una de mis canciones, “Dad fought at the Anzio Beachhead” (“Papá luchó en Anzio Beachhead”), una de las batallas más sangrientas de la guerra. Terminaría siendo un famoso abogado de derechos civiles y defendió en varios casos extremadamente importantes. Mis padres, así como el segundo marido de mi madre, pertenecían a la clase media alta. Nunca me faltó de nada. Todos eran miembros de la alta sociedad y tanto yo como mi hermano Peter (que se convirtió en un gran capitalista) siempre quedábamos al cuidado de las mujeres de color que trabajaban para ellos. Escuché el blues por primera vez a los 5 años de la voz de Beulah Huggins, una de estas mujeres. Lo que estaba cantando resultaron ser las canciones de John Lee Hooker. No supe qué era el blues hasta los 13 años, pero sabía que me gustaba. Estuve expuesto a muchos tipos de música cuando era niño. Me gustó todo, desde la música de big band hasta Frank Sinatra, una influencia en mi canto, así como la música de la iglesia de todo tipo, blanca y negra, además del rock and roll, la música country y el bluegrass.

WATERMELON SLIM (EE UU)

"Mais que Blues/ Cervezas Alhambra"

20 Noviembre / 21.00 H. / 15€ Ant. 18€ Taq.

Venta entradas: Discos Elepé / Honky Tonk Discos

Venta online: www.ataquilla.com


-El Watermelon Slim hombre renunció de las comodidades de la alta sociedad y buscó su propio camino.

Fui un trabajador, durante toda mi vida. Intenté reinventarme un par de veces como algo más que un obrero y camionero, obteniendo los títulos de licenciatura y maestría en Historia y Periodismo, además de las certificaciones de enseñanza escolar en Historia, Inglés, Geografía, Economía, Ciencias Políticas y Psicología... pero todas las autoridades bajo las que trabajé me dijeron que estaba perdiendo el tiempo, nadie me contrataría nunca para ser profesor o periodista. Y a excepción de un período de aproximadamente tres meses en 1988, ninguna empresa o escuela me contrató. Tal vez fui el trabajador mejor educado que jamás se haya visto, ya que lo único que pude hacer para ganarme la vida fue trabajar usando la espalda y las manos o conduciendo camiones. Siempre estuve orgulloso de poder trabajar más duro y durante más tiempo que cualquiera que me haya conocido. Solía ​​descargar vagones enteros llenos de sacos de cemento, 40 toneladas cada uno, todos los días, en un solo turno de trabajo. Tengo un hombro casi completamente destruido después de 7 años trabajando en un aserradero. También fui activista político y hoy sigo siendo uno de los coordinadores de Veteranos de Vietnam contra la guerra. Fui soldado en Vietnam en 1969-70, pero nunca podría ser un soldado profesional porque me resultaba difícil recibir órdenes. Hice muy poco en Vietnam. Lo más importante que hice fue que me rociaran en exceso con el herbicida Agente Naranja mientras estaba en una de mis pocas patrullas de combate. Nunca maté a nadie. Para resumir: Comprendí que el “trabajo duro” era la parte más importante para llegar al blues, aunque las mujeres eran otra parte importante también.

-En el largo camino del blues ha compartido experiencias con grandes del género como Magic Slim.

Conocí a Morris Holt, Magic Slim, en Lincoln, Nebraska, en 2006, donde yo y mi grupo, The Workers, estábamos tocando, una vez que dejé de conducir camiones. Nunca había oído hablar de él, pero me sentí honrado de que se sentara a escuchar nuestra música en un lugar llamado Zoo Bar. Nos hicimos grandes amigos y decidimos que él y yo haríamos un dueto en una canción llamada "The Wheel Man", que se convirtió en la canción principal de mi CD de 2007, que ganó el premio al mejor álbum de Blues ese año en los Blues Music Awards. Magic falleció, pero tengo buena relación con su hijo Shawn Holt, conocido como "Little Slim", que todavía pesa 140 kilos, no demasiado pequeño.

-¿Qué es el blues para Watermelon Slim?

Hay tres temas principales que componen la mayoría de las canciones que escribo: El trabajo, las relaciones (relaciones entre los sexos) y la muerte. Mortalidad. Nadie sale vivo de estos blues. Parte del blues es saber que no tienes esto o aquello, que careces de dinero, ese buen trabajo que querías, un amante leal, libertad, salvación, y saber, o estar bastante seguro al menos, de que nunca los tendrás. La desesperación es parte del blues.

Pero no solo desesperación: resistencia, incluso la posibilidad de la victoria. Leadbelly cantaba blues, y parte de su blues no se trataba solo de lo que no tenía y en lo que había fallado. Él era feroz y libre, incluso mientras estaba en prisión como asesino convicto. Cuando los que lo encontraron en prisión consiguieron su liberación, entonces Leadbelly conoció la victoria a la que me refiero y disfrutó de esa libertad durante los pocos años que vivió después como hombre libre. He fracasado en más de lo que he tenido éxito en mi vida. Pero soy tan feroz y libre como Leadbelly. Hay cosas por las que todavía vale la pena vivir, y cosas como mi país, mi familia, la libertad de otras personas… por las que todavía vale la pena luchar y, si es necesario, morir por ellas, y todo eso es una parte tan crucial del blues como “My baby left me”, lo cual, por supuesto, conozco tan bien como la posible necesidad de luchar y morir en combate. No me has preguntado por mi relación con las mujeres, otra parte crucial para entender la vida del blues. Pues he vivido durante más de 40 años entre dos matrimonios, de ellos tuve: un hijo, una hija. “I have drunk deep, deep from the blues cup”.

Soy tan feroz y libre como Leadbelly

-Un hombre blanco con alma negra…

Como he contado antes, fui criado en gran parte de mi niñez por mujeres negras. Beulah Huggins, Dorah Crump, Elizabeth Haynes y especialmente Idell Gossett, una diabética que se había convertido en abuela cuando tenía 32 años. Ellas me criaron tanto como mi madre de alta sociedad o los dos maridos de mi madre después de que mi padre se fuera. Si tengo un alma negra, es por ellas, por la música negra y la gente negra (y nativa americana) con la que he compartido la mayor parte de mi vida.

-Para llegar a ser una leyenda viva del blues ¿Ha pactado con el Diablo en algún cruce de caminos como Robert Johnson?

¿He hecho un pacto con el diablo? Absolutamente no. Ya no asisto a la iglesia con regularidad. Siempre fui escéptico de las doctrinas del cristianismo. Pero en la iglesia, en la que me bauticé a los 6 años, un año después de que escuché el blues por primera vez, sentí el asombro y el misterio de la Divinidad, de Dios, lo que sea que Dios realmente sea. No soy lo suficientemente presuntuoso como para decir, “mi forma de ver a Dios es correcta, y cualquier otra forma de encontrarme con Dios es falsa”, como piensan los así llamados cristianos. Si Jesús era “Dios”, tengo esperanza de salvación, aunque no sé si esa es la forma en que un ser humano debe ver y comprender la divinidad. He sido teólogo y tengo mucha más formación académica en religión que la mayoría de los seres humanos. Acepto el budismo, el hinduismo, el animismo, etcétera, como formas válidas de experimentar la divinidad, para quienes creen en ellos, como yo con mi educación cristiana.

De hecho, soy un fenomenólogo. La fenomenología es una escuela de observación psicológica iniciada por el suizo Edmund Husserl en 1885. Nunca puedo creer absolutamente en una cosa determinada. Sin embargo, tampoco desprecio absolutamente en la validez de ningún fenómeno, ya sea físico o psicológico. Aquí, aunque este mundo y esta raza humana están en peligro de extinción por el holocausto nuclear, estoy abierto a la posibilidad de que un desarrollo cuántico en la conciencia humana pueda ocurrir en las mentes de uno o más —o todos— los humanos, y como resultado conseguir la salvación de este querido, hermoso y verde planeta, y de todos los seres inocentes que lo habitan.

-Para terminar, el 20 de noviembre toca en Vigo por primera vez… ¿Qué supone para un bluesman asentado en pleno Misisipi tocar en España?

No os voy a engañar… estoy deseando llegar a Vigo y tocar en el “Mais que Blues”. Amo sin límites vuestro país, lo he visitado en numerosas ocasiones y aún me emociono al sobrevolarlo. Siempre que he tocado aquí, he sentido el amor y el respeto incondicional de todos los que vienen a cada uno de nuestros conciertos y eso es maravilloso. 

Geográficamente se parece mucho a mi propio país, en particular a la región oeste, como por ejemplo Nuevo México. Además, cada amistad que he creado aquí ha permanecido viva a lo largo del tiempo, son para siempre. Estoy eternamente agradecido al cariño que me tenéis y ese cariño intento corresponderlo con mi mejor blues cada vez que subo al escenario.