"No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas... sin ellas no habría humanidad ni habría belleza"Rigoberta Bandini no puede ser más clara. El mensaje que vocifera en 'Ay, mamá' es contundente y provocador. Enamora tanto como chirría. Y esa es, sin duda, una de las claves más poderosas para conquistar a la audiencia. Lo hizo, este jueves, en la segunda semifinal del Benidorm Fest. Y, a pesar de que ella se ha mostrado a favor de enseñar un pecho durante su actuación, no lo hizo. Las normas del formato de TVE lo prohíben. Exactamente igual que las de Eurovisión. Aunque las intentonas no han faltado a lo largo de 66 años. ¿Qué pasaría si, al igual que hizo en su concierto de Logroño, se levantara la camisa como reivindicación?

Esa misma idea ya la tuvieron, en 2003, Lena Katina y Yulia Vólkova. El paso de las integrantes del dúo ruso t.A.T.u. por el certamen europeo fue, cuanto menos, polémico. No sólo por su actitud, sino también por sus constantes amenazas: su intención era mostrar las tetas con o sin el consentimiento de la organización. Les daba igual las consecuencias, mientras su nombre siguiese sonando en todo el Viejo Continente. De hecho, según una crónica de la época publicada en el diario 'Aftonbladet', los responsables del concurso tomaron medidas técnicas para evitar, a toda costa, que pudieran cumplir lo prometido.

De esta manera, si en mitad de su intervención decidían quitarse la camiseta, de inmediato se "desconectaría" la señal de televisión y, a continuación, se mostraría una versión "limpia" perteneciente al ensayo general. "No sabemos lo que piensan hacer, pues con este grupo nunca se sabe", dijo entonces Solvita Vevere, portavoz de la organización del festival que, en aquella edición, se celebró en Riga (Letonia). Pero la cosa no quedó aquí: también se les recomendó que moderasen sus gestos y su coreografía con el objetivo de no escandalizar a la audiencia. Algo que ellas intentaban una y otra vez: "En el hotel compartimos una cama muy pequeña donde practicamos sexo", señalaron en una rueda de prensa en la que apenas respondieron a las preguntas formuladas por los periodistas.

Si bien es cierto que la estética y el vestuario han ido cambiado a lo largo de las décadas, lo que está claro es que el certamen es tajante con los desnudos. Bueno, en ciertos casos. Pues, en 2016, el bielorruso Alexander Ivanov mostró su interés por actuar sin ropa y rodeado de lobos. Su propósito, tal y como desveló su equipo, era desarrollar una puesta en escena cuyo "concepto simboliza el delicado equilibro entre el hombre y la naturaleza". Sin embargo, la Unión Europea de Radiodifusión no lo veía del todo claro. "Si en Eurovisión han podido participar Lordi Conchita Wurst, ¿por qué no íbamos nosotros a poder cantar y bailar con lobos?", les recriminaron al respecto.

Como era de esperar, se prohibieron ambas cosas. Aunque el festival dejó abierta una puerta: al final, se le permitió aparecer tal y como el artista quería en un holograma previamente grabado y que se mostró durante los primeros compases de su canción. Aunque, eso sí, con un ángulo muy medido para no levantar ampollas. Lo curioso es que, esa misma noche, el ganador de la edición anterior, Mans Zelmerlow, se desnudó a modo de broma en el escenario para apoyar a Bielorrusia. No lo hizo al completo: llevaba un lobo de peluche cubriendo sus genitales. ¿Hubo represalias? Ninguna. Por lo que todo parece indicar que las reglas resultan más estrictas con las mujeres que con los hombres.

"La mirada patriarcal dicta que ellos puedan mostrar buena parte del cuerpo, mientras que ellas deben ajustarse al público familiar del formato", escribe al respecto Enrique F. Aparicio en 'Yasss'. Una reflexión que encuentra el mejor ejemplo en la pasada edición: los chicos de la banda Måneskin, ganadores por Italia con 'Zitti e buoni', iban con el pecho descubierto, mientras que la única chica, no.

El caso de Rigoberta

"Si me dejaran enseñar las tetas, lo haría. No en toda la canción, pero igual en un momento dado sí. Estoy viendo si es legal y, si cabe esa posibilidad, decidiré si las muestro o no", aseguró la cantante de 'Julio Iglesias o Perra', en una entrevista concedida a Noé Guzman en Bluper. Para responder a su dilema, acudimos al reglamento de Eurovisión. Éste aparece publicado en su web oficial. En concreto, se recoge la normativa prevista para la edición de 2021: en él, se hace mención específica a que las canciones no pueden tener connotaciones políticas o publicitarias. Así como que tampoco se pueden subir animales al escenario. Pero no hay ninguna referencia a la ropa. Lo que hace entender que la prohibición de los desnudos es una costumbre implícita al concurso.

¿Qué pasaría si Rigoberta se la quitara sin el previo consentimiento de la organización? Pues seguramente lo mismo que estaba planeado para t.A.T.u. A lo que habría que sumar otro tipo de posibles sanciones: desde la descalificación hasta la pérdida de puntos. Por el momento, la intérprete tiene claro que las tetas estarán presentes en su propuesta de alguna u otra forma. Lo que aún se desconoce es si la reivindicación irá más allá y, aunque se salte las reglas, dará prioridad a sus principios... Quizá, esa sea la mayor victoria que se pueda alcanzar en Eurovisión.