El Ganomagoga IES Coruxo vive días históricos en su recorrido como club, que son también ilusionantes para todo el fútbol sala vigués. El conjunto olívico lograba el ascenso a Segunda División B la pasada temporada, contra pronóstico y derrotando en la gran final disputada en Riazor al Lugo. Aunque la directiva sí se planteaba la mejora de categoría como un objetivo, lograrlo ya se antojaba demasiado ambicioso considerando la edad media de una plantilla prácticamente adolescente.

Cumplido ese reto, el planteamiento de Lucas Fernández para esta temporada es igual de comedido. La idea es que el grupo se estabilice en Segunda B pero seguramente dentro de algunos años. Se inicia la campaña, en consecuencia, asumiendo la probabilidad del descenso y con la misión de crecer y disfrutar de la experiencia. Pero los chicos no salen derrotados de antemano ni muchos menos.

Lo demostraron en su debut ayer, ante un rival como el Ribeira de Piquín. La mayor calidad del conjunto vigués se impuso a la experiencia en la categoría del equipo lucense por un emocionante 4-3.

Partido con incertidumbre en el resultado hasta el final. A falta de 3 minutos el Ganomagoga ganaba por un claro 4-1 y el Ribeira sacó portero-jugador, consiguiendo el segundo y tercer gol y acercarse al empate, que hubiera resultado injusto visto los merecimientos del equipo de Lucas Fernández, que fue baja por enfermedad, siendo sustituido por su ayudante, Fer.