Mohamed Salah derribó de penalti la resistencia de un Atlético que levantó un 0-2 adverso en la primera parte, se vio con diez por la expulsión de Antoine Griezmann por juego peligroso y solo dobló la rodilla con el penalti transformado por el egipcio, que asienta al Liverpool como líder del grupo B.

En un duelo trepidante, los rojiblancos pasaron de la nada absoluta durante 13 minutos en los que el conjunto inglés desmontó su orden defensivo con el primer gol de Salah y una volea de Naby Keita a remontar el partido con dos tantos de Griezmann y obligar al meta rival Alisson Becker a dos paradas salvadoras antes del descanso. El galo pasó de ser héroe rojiblanco a dejar a su equipo huérfano tras el descanso por juego peligroso.

“Dale alegría a mi corazón, la Liga de Campeones es mi obsesión”, cantaban los aficionados rojiblancos en los aledaños del Metropolitano entre el humo de las bengalas. El duelo, el primero europeo con aforo al completo en el Wanda Metropolitano, no les ofreció satisfacción final, pero sí emociones. Y de las buenas, especialmente en una primera parte trepidante.

Los dos técnicos corrigieron sus flancos débiles en el descanso. No perdieron dinámica en el vestuario los de Simeone. Pero la búsqueda local del 3-2 la paró en seco una acción desafortunada de Griezmann, que al estirar la pierna para intentar alcanzar un balón dio con la bota en la cara a Firmino. El árbitro alemán Daniel Siebert no dudó en sacar la tarjeta roja que el ‘8’ rojiblanco ni protestó, marchándose cabizbajo con la primera ovación de su segunda etapa en el Wanda.

El partido perdió velocidad y eso parecía beneficiar al Atlético, que se defendía con uno menos. Pero a la noche del Metropolitano todavía le quedaban sorpresas. Un choque de Hermoso con Salah dentro del área en un balón que ambos tenían perdido acabó en penalti decretado por Siebert, que no dudó. Tampoco lo hizo el egipcio.

La acción, muy protestada por la grada local, tuvo su réplica minutos después en sentido contrario cuando Jota tropezó sobre Giménez en el área inglesa y el colegiado volvió a señalar el punto de castigo, pero esta vez el juez alemán acudió a verlo al videoarbitraje y rectificó su decisión.