El Athletic y el Granada empataron a dos goles en un partido loco en San Mamés, un choque que abrieron pronto los locales con un tanto de Raúl García, remontaron antes del descanso el venezolano Darwin Machís y Jorge Molina, y empató Luis Maximiano, en propia puerta, con Iker Muniain al lado, amenazante.

Con este resultado, el Athletic se acerca a tres puntos de Europa y el Granada se aleja uno del descenso.

Con la sorpresa de la suplencia de Iñaki Williams, y un poco menos la de Berenguer, al Athletic se le puso pronto el partido de cara en una jugada de listo de Muniain, que robó un balón en un pase de Montoro en la salida de balón visitante y cedió a Raúl García para cruzase a placer ante Maximiano.

Raúl García abrió el marcador en el minuto 10. EP

Desaprovechó el conjunto bilbaíno ese golpe de fortuna en un partido al que llegaba algo obligado ante su afición tras los decepcionantes dos últimos partidos.

El Granada y Machís dieron un tímido aviso tras ese primer tanto y en la primera jugada con opciones que se le presentó, el extremo venezolano empató el partido a su estilo. Encarando a su par, Lekue, y cruzando el disparo para superar a Unai Simón.

Se animó el conjunto nazarí, que volvió a insistir con Machís y Molina y marcó el 1-2 pasada la media hora. Fue tras un error en cadena local nacido de una peligrosa pérdida de Muniain en un córner a favor y finalizada con un toque involuntario de Dani García que no sólo habilitó a un Jorge Molina en claro fuera de juego, sino que le asistió para que batiese a la media vuelta a Simón en su salida.

Jorge Molina logró el gol que dio la vuelta al electrónico. EFE

Pareció que el Granada podía ampliar distancias antes del descanso, pero se recuperó el Athletic y llegó dos veces con peligro. Pero no acertaron ni Sancet, que no conectó bien su cabezazo, ni sobre todo Raúl, que no enganchó como debía un buen centro al primer palo de Nico Williams.

A pesar de su necesidad, tardaron los locales en crear peligro en la segunda parte. Y el primero que lo logró fue Raúl García, que estrelló en el larguero un disparo lejano con el que buscó sorprender a Maximiano.

Ya con el Iñaki Williams en el campo, ni su hermano Nico ni Raúl fueron capaces de rematar a portería un buen centro suyo desde la izquierda.

Pero la presencia del mayor de los Williams se hizo importante y a través de él llegó el empate dos. Una jugada más desafortunada aún que la del Athletic en el 1-2. Raúl García prolongó en un duelo aéreo, Iñaki tocó el balón hacia la meta visitante ante la salida de Maximiano, Torrente se resbaló al ir a sacar la pelota bajo palos y el meta portugués, con Muniain a su lado, introdujo el esférico en su propia meta al intentar evitarlo.

Fue la continuación a un asedio final rojiblanco que había iniciado poco antes Zarraga con un fuerte disparo bien detenido por el portero luso.

Después del empate Muniain tuvo dos ocasiones, pero en ambas estuvo firme Maximiano, que, pese a la acción del 2-2, firmó un buen partido. Primero, un cabezazo y después un disparo del capitán rojiblanco.

En un partido que duró 105 minutos y medio, aún hubo tiempo de una falta peligrosa para el Granada y una roja para Íñigo Martínez en esa jugada, en la que Yeray sacó bajo palos un remate de Abram.

Ficha técnica:

2 - Athletic: Unai Simón; Lekue, Yeray, Íñigo Martínez, Balenziaga (Petxarroman, m.76); Nico Williams, Vencedor, Dani García (Zarraga, m.59), Muniain; Sancet (Iñaki Williams, m.59) y Raúl García.

2 - Granada: Maximiano; Quini, Germán (Abram, m.45), Torrente, Escudero; Gonalons, Montoro, Rochina (Yan Eteki, m.65), Machís (Carlos Neva, m.53); Luis Suárez y Jorge Molina.

Goles: 1-0, m.10: Raúl García. 1-1, m.25: Machís. 1-2, m.34: Jorge Molina. 2-2, m.76: Maximiano, en propia puerta.

Árbitro: Adrián Cordero Vega (Comité cántabro). Expulsó, con roja directa a Íñigo Martínez, en el minuto 99. Además, mostró tarjeta amarilla al segundo entrenador del Athletic, Rubén Uría (m.54), a Zarraga (m.62) y al visitante Montoro (m.39).

Incidencias: Partido de la decimoquinta jornada de Primera División, disputado en San Mamés ante 32.651 espectadores. Antes del partido, un mosaico por toda las grada tiñó San Mamés de morado con motivo del Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres.