La selección española de balonmano selló su clasificación para la segunda fase del Europeo de Hungría y Eslovaquia tras imponerse este sábado por 32-28 a Suecia en un encuentro en el que los ‘Hispanos’ mostraron la misma solidez que les llevó a coronarse campeones en las dos últimas ediciones del torneo. El triunfo sirvió para demostrar que ni el relevo generacional en el que se encuentra inmerso el conjunto español, que presenta hasta cinco debutantes en este Europeo, ha mermado lo más mínimo la competitividad del equipo.

Gracias a la perfecta mezcla de veteranía y juventud que ha conformado Jordi Ribera de la mano de jugadores como Joan Cañellas, que lideró con sus siete goles el juego ofensivo del equipo español, o los debutantes Agustín Casado e Ian Tarrafeta, que demostraron que España tiene presente y, sobre todo, mucho futuro.

Ni la ausencia del pivote Max Darj, que se perdió la contienda tras dar positivo por coronavirus en las horas previas del partido, mermó la solidez defensiva del conjunto sueco, que anclado en la línea de seis metros intentó forzar una y otra vez a concluir sus ataque con lanzamientos lejanos.

Agustín Casado lideró a España en los primeros compases y fue poco a poco haciéndose dueña del encuentro, como demostró el parcial de 4-1 que endosó a los escandinavos para dar la vuelta al marcador (6-5).

No fue hasta la entrada de Joan Cañellas cuando los ‘Hispanos’ pudieron abrir brecha en el marcador. Aferrada a su brazo, la selección española logró adquirir una renta de tres goles (17-14) a la conclusión del primer tiempo.

Diferencia que el conjunto escandinavo pareció en disposición de poder dejar en nada de la mano de un sensacional Jim Gottfridsson, que si en la primera parte dio muestras de su potencial goleador, en la segunda evidenció su maestría como asistente, que redujo a tan sólo un tanto (23-22) la ventaja del equipo español. Ahí volvió a aparecer la figura de Cañellas para dar de nuevo una ventaja de tres goles a los de Jordi Ribera.

Sin embargo, a España le quedaba todavía mucho por sufrir para poder doblegar a toda una subcampeona mundial como Suecia, que de la mano del extremo Hampus Wanne volvió a situarse a tan sólo un gol (28-27) de los ‘Hispanos’ a falta de cinco minutos para la conclusión.

Un tiempo en el que irrumpió la figura de el joven central Ian Tarrafeta, que a sus 23 años y en su primer gran campeonato internacional, no tardó en tomar el testigo de Joan Cañellas con dos sensacionales tantos que situaron a los de Jordi Ribera con una ventaja de tres goles (31-28) a poco más de un minuto para el final.

Renta que Gurbindo amplió todavía más, como reflejó el 32-28 final que no sólo situó a España en la segunda fase del torneo y con dos puntos en su casillero, los máximos posibles, sino con una diferencia de goles que le allana un poco más el camino hacia las semifinales.