El Athletic se clasificó ayer en un intenso partido de Copa del Rey en San Mamés para los cuartos de un torneo en el que, con dificultad, apeó a otro de los “reyes de copas”, el Barcelona. El choque presentó una cara espléndidamente loca desde el inicio para el agrado de los espectadores y el temor de los técnicos. Si el capitán rojiblanco había adelantado al Athletic a los dos minutos de juego con un gran disparo cruzado y en parábola con el que superó por alto a Ter Stegen, en el 20 Ferran puso el empate con un tiro muy similar, también cruzado y con rosca desde la parte izquierda, que batió a Agirrezabala. No fue hasta el minuto 85 cuando Íñigo Martínez marcó el 2-1.Y lo que parecía un hecho –la clasificación de los locales–, se esfumó por un tanto de Pedri en el descuento. La locura continuó en la prórroga. Muniain, de penalti, adelantó por tercera vez al Athletic. Y, sí, a la tercera fue la vencida (3-2). En la imagen, el capitán rojiblanco celebra el tanto definitivo.