A 350 KMS/H.

El Mundial prefiere que Márquez fiche por Red Bull KTM a que refuerce aún más a Ducati

El piloto de Cervera (Lleida) suma, entre otros galardones, ocho títulos mundiales, 85 victorias y 141 podios

A 350 Km/h con Emilio Pérez de Rozas.

A 350 Km/h con Emilio Pérez de Rozas.

Emilio Pérez de Rozas

Un elevadísimo porcentaje de los 1.400 habitantes del ‘paddock’ del Mundial de motociclismo da por sentado que el catalán Marc Márquez, de 31 años y ocho veces campeón del mundo de motociclismo, será el piloto escogido por el equipo Ducati Corse para ser el compañero, los dos próximos años, del bicampeón italiano Francesco ‘Pecco’ Bagnaia.

La tesis, muy extendida en despachos, boxes y sala de prensa del campeonato, ha cobrado aún más fuerza después de que el ingeniero italiano Gigi Dall’Igna, gurú y creador del gran ‘boom’ de la fábrica de Borgo Panigale y primer valedor del piloto catalán, declarase, recientemente, que la fábrica italiana “tendrá muy en cuenta a la hora de tomar la decisión, no solo los resultados de esta temporada, sino el historial deportivo” de cada uno de los tres candidatos.

Es pues, evidente, que si el peso del palmarés acaba siendo decisivo para la elección, Márquez será, sin duda, el escogido. El piloto de Cervera (Lleida) suma, entre otros galardones, ocho títulos mundiales, 85 victorias y 141 podios, por un título de Jorge Martín, 16 triunfos y 46 podios, mientras que Enea ‘la Bestia’ Bastianini suma un título, 11 victorias y 43 ‘cajones’. No hay color, en efecto.

La maniobra de Ducati

Mientras se disputan los grandes premios y ‘Martinator’ continúa comportándose como lo hizo el pasado año, cuando ya mereció ser ascendido al puesto de escolta de Bagnaia (“si no lo ficharon entonces, ¿por qué lo van a fichar ahora, que tienen al alcance de su mano a Marc?”, señaló uno de los jefes de equipo de la parrilla de MotoGP a El Periódico, del mismo grupo editorial), muchos son los convencidos de que Ducati, que no necesita a MM93 para nada, pues gana carreras con un puñado de pilotos, lo único que pretende es tener controlado al mejor piloto de todos los tiempos bajo su paraguas (la electrónica hace milagros) y evitar que el determinante Márquez, que ya ha demostrado en estos meses haber recuperado su voracidad y pilotaje, pase a engrosar las filas de cualquier otro competidor.

Todas las fuentes consultadas por El Periódico afirman que Dall’Igna está tremendamente enamorado del mayor de los Márquez, orgulloso, entre otras razones, de que el mejor de la parrilla arda en deseos, según dicen, de pilotar la auténtica Ducati oficial, pues ahora conduce la del pasado año. El gurú de Borgo Panigale, que, el pasado año, estuvo en negociaciones con Honda, es quien más peso tiene en la estructura de la fábrica propiedad de Audi y, por tanto, su opinión es vital para que se cierre esa operación.

Marc Márquez lanza una enorme carcajada tras lograr la segunda plaza, ayer, en Le Mans.

Marc Márquez lanza una enorme carcajada tras lograr la segunda plaza, ayer, en Le Mans. / ALEJANDRO CERESUELA

El Periódico está en condiciones de afirmar que el Mundial y, por descontado Liberty Media, los nuevos propietarios del 80% de Dorna Sports, organizadora del certamen de las dos ruedas, verían con buenos ojos que Márquez se decantase por reforzar al equipo KTM, patrocinado por Red Bull, el sponsor de toda la vida de MM93. Es más, una fuente muy próxima a la cúspide de Dorna no acaba de entender que la firma austriaca, con la que el ídolo catalán fue campeón del mundo de 125cc (patrocinada por Red Bull), no intensifique su acercamiento a Márquez, que, el pasado jueves, reconoció estar hablando con todas las marcas.

Matrimonio perfecto

“Es el matrimonio perfecto”, señaló esta fuente, “pues sería una manera preciosa y espectacular de cerrar el círculo: debutar y ‘campeonar’ con KTM en 125cc y concluir tu exitosa carrera en la misma fábrica, llevándola, quien sabe si a la cúspide de la máxima categoría”. Es evidente que para los organizadores del Mundial tener a Márquez como un piloto más de Ducati no es equiparable a presentar en la parrilla un ‘team’ con el campeón de todos los tiempos y Pedro Acosta, ‘el tiburón de Mazarrón’, a quien todos consideran, esta vez sí, el heredero del ocho veces campeón del mundo.

Ese sí es un enfrentamiento tremendo: Márquez-Acosta contra la escuadra Ducati. Ese cambio sí alteraría y animaría brutalmente el campeonato, la asistencia de espectadores, el despegue de las audiencias y, sobre todo, el eco mediático de un Mundial, que acaba de venderse a un fondo de inversión estadounidense por la friolera de 4.200 millones de euros.

Marc Márquez (Ducati) dialoga con el ingeniero Gigi Dall'Igna.

Marc Márquez (Ducati) dialoga con el ingeniero Gigi Dall'Igna. / EPC

Muchos en el ‘paddock’ del Mundial de MotoGP se preguntan qué le puede ofrecer Ducati a Marc Márquez, comparado a lo que le podría ofrecer el millonario tándem formado por Red Bull y KTM. Nadie cree que la firma de Borgo Panigale que, insisto, no necesita a MM93 para ganar, ofrezca un contrato millonario al catalán, mientras que la marca energética que le patrocina podría ayudar a la fábrica austriaca a juntar un buen puñado de millones para contratarle.

Y, no solo eso, Ducati no tiene por qué volverse loca una vez reforzado su equipo bicampeón con el actual líder del Gresini Racing Team. Eso significaría que Márquez pasaría a ser uno más de la firma italiana, rodeado de italianos, mientras que el aparato mediático, de marketing, televisivo y de redes que maneja Red Bull, capaz de enviar un hombre a la estratosfera (Félix Baumgartner, 2012), podría contribuir a que Marc lograse, definitivamente, uno de sus sueños: crear una auténtica marea roja en las gradas de todos los circuitos del Mundial, idéntica a la que acompaña al campeonísimo neerlandés de la F-1Max Verstappen, cuyos fans naranjas pueblan tribunas de todos los circuitos del Mundial de monoplazas.

Los que votan porque esa operación (el fichaje de Marc Márquez por Red Bull KTM) sea una realidad no atienden razones de contrato, ni nada de eso. Cierto, la marca austriaca tiene con contrato en vigor a varios pilotos, entre ellos al surafricano Brad Binder, de los últimos ayer en la carrera al ‘sprint’, y al veterano australiano Jack Miller, pero, al concluir la pasada campaña, ya tuvo que hacerle un hueco al ‘tiburón de Mazarrón’ en su estructura y lo hizo con enorme rapidez y eficacia.

KTM quiere ganar ¡ya!

“KTM, amigo, es una fábrica que ha ganado el título mundial en todas las competiciones, categorías y especialidades en las que ha decidido competir al máximo nivel y, de momento, solo se le resiste MotoGP”, comentó a El Periódico, en Le Mans, uno de los mejores ingenieros de la categoría reina.

“Y, ahora”, siguió explicando el mismo técnico, “todos hemos podido comprobar, especialmente con el portentoso Pedro Acosta, que su moto ya está como para pelear por el gran cetro durante todo el año en manos de un piloto con experiencia, coraje, determinación y manos como Marc, mientras crece el ‘tiburón’. Nada mejor para este portento murciano que estar al lado de Márquez, que ha hablado maravillas de él desde que apareció en Moto3”.

'Pecco' Bagnadia y Marc Márquez, ambos con Ducati, en el GP de EEUU, en Austin.

'Pecco' Bagnadia y Marc Márquez, ambos con Ducati, en el GP de EEUU, en Austin. / ALEJANDRO CERESUELA

A todo ello hay que sumar que el manager de los hermanos Márquez, Jimmy Martínez, es un antiguo y experto alto ejecutivo de la compañía Red Bull, lo que significa que le sobran contactos para garantizarse, no solo un buen contrato sino las condiciones técnicas y humanas, es decir, la contratación de los refuerzos que hagan falta para que su pupilo reconstruya, tal vez, a su familia del ‘paddock’ en el Red Bull KTM.

Los más expertos solo le ponen un par de ‘peros’ a toda esta conjetura. Uno, que Márquez debería enamorarse de la KTM como está enamorado de la Ducati. Y, dos, si la firma se produjese, Marc debería volver a adaptarse a una nueva moto, diferente de su antigua Honda y de su actual ‘Desmosedici’.

Pero ninguno de esos ‘peros’ parecen insalvables, cuando se trata del mejor del mundo, que en la quinta carrera de la temporada ya estaba codeándose con los mejores, listo para ganar, como demostró ayer en Le Mans.

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