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Fútbol - Tercera División

Con la obligación de frenar al Rápido

El Arosa recibe mañana (19.00 horas) a un cuadro vigués que no ha perdido en 2021

En el precedente de la primera vuelta la victoria cayó del lado vilagarciano por 0-2. | // MARTA G. BREA

Arranca mañana sábado un mes de marzo en Tercera División que, por primera vez, se ha convertido en determinante para marcar el devenir de los equipos esta temporada. Cuatro son las jornadas que restan para terminar la primera fase de la primera liga COVID y esos doce puntos marcarán un amplio porcentaje de lo que se refiere a ascensos y permanencias.

Al Arosa le tocará iniciar esa recta final, cada vez más corta, contra un Rápido de Bouzas que mañana (19.00 horas) llegará a A Lomba en un estado de forma tal que ha pasado de pelear por salir de la zona de descenso a tener serias opciones de pelear por una de las tres primeras plazas del grupo.

Los números de los de David Dios dejan poco lugar a la duda en lo que se refiere al estado de alerta con el que deben esperar los de Rafa Sáez. Lo más cercano y presente es el inmaculado febrero que firmaron los vigueses puesto que ganaron sus tres encuentros disputados haciéndolo además sin haber encajado ni un solo gol en ninguno de ellos. Pero es que la trayectoria de puntos que viene marcando el rival de los arlequinados se viene manteniendo desde diciembre del 2020.

En el Baltasar Pujales, Álex Cobo detuvo un penalti que pudo haber supuesto el 1-1. Marta G. Brea

La última vez que cedió los tres puntos el Rápido de Bouzas fue el ya lejano 8 de diciembre ante el Ribadumia en el Baltasar Pujales (0-2). Desde entonces, y a punto de cumplirse tres meses, mantienen una línea de imbatibilidad que le ha reportado 18 puntos de 24 posibles. Mención aparte merece la calidad de los resultados obtenidos puesto que en esa serie de partidos se encuentra un empate en el feudo del líder, el Arenteiro y un triunfo en O Barco, además de una victoria en casa ante el Choco. Es decir, que llegará el Bouzas a A Lomba en un estado de confianza pleno acrecentado por una solidez defensiva que ha alcanzado su máxima expresión en un impoluto febrero en materia de goles encajados.

Una visita a Vilagarcía la del Rápido de Bouzas que al Arosa le coge con urgencias evidentes en lo que a necesidad de victoria se refiere. Pese a que la distancia respecto a los dos primeros clasificados se ha aumentado en las últimas jornadas, los arlequinados tienen claro que todavía queda mucho en juego en esta primera fase. Conscientes también de que su margen para el error se ha visto reducido de manera alarmante después de ganar únicamente dos de sus últimos nueve encuentros.

Una victoria podría garantizar la clasificación matemática de los vilagarcianos entre los tres primeros del grupo. Marta G. Brea

Si bien en lo defensivo, las prestaciones del Arosa están a un excelente nivel, es en lo que a caudal ofensivo se refiere donde el equipo últimamente no ha mostrado la fluidez que le venía caracterizando. Los últimos partidos ante Pontellas, UD Ourense y Atios, resultados al margen, no dejaron las mejores sensaciones en cuanto a sometimiento al rival. Todo ello sin pasar por alto un aspecto condicionante como es el pésimo estado que presenta el césped de A Lomba en las últimas semanas y que también ha podido influir en al menos dos de esos duelos mencionados.

El Ribadumia tiene una final ante el Pontellas

Si a nadie escapa que el Arosa tiene mucha obligatoriedad, al Ribadumia también se le presenta una jornada fundamental. El caramelo que supone para los de Luis Carro la posibilidad de lograr la permanencia dentro de un mes pasa por dar un bocado de tres puntos el domingo en el campo del Pontellas. La victoria sobre el Barco ha abierto un nuevo horizonte para los de A Senra. La igualdad en la zona baja del grupo es tal que, a falta de cuatro jornadas, todas las combinaciones son posibles.

En la primera vuelta el triunfo se quedó en A Senra, Noé Parga

El único equipo que ya no podrá variar su destino es el propio Pontellas, al que sus únicos 7 puntos hasta la fecha le condenan irremediablemente a la pelea por la permanencia en la segunda parte de la temporada. Una sola victoria hasta la fecha es lo que registra la trayectoria de los de José Curiel hasta la fecha, un dato al que conviene añadirle matices que el Ribadumia ya conoce para activar su concentración. Y es que los porriñeses han demostrado en algunos partidos que pueden competir en méritos futbolísticos contra cualquier rival. Un ejemplo de ello fue el gran partido que realizaron en A Lomba y en el que se vieron privados de puntuar por un gol de Campillo en el último minuto. A tres puntos de la zona de la superficie de la tabla, los aurinegros también tienen el reto de reencontrarse nuevamente con las victorias a domicilio, algo que no ocurre desde el partido que ganaron en Bouzas. Desde entonces, un punto en las últimas cuatro salidas.

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