Tono Campos es una de las grandes referencias del piragüismo de resistencia, con 31 medallas conseguidas en competiciones internacionales, diez en europeos y 21 en mundiales. El pasado fin de semana en Pitesti sumó una más, de oro, en el C-2, pero le quedó la espina clavada de su papel en la prueba que más le ha dado en su vida deportiva, el C-1. “Se puede decir que tuve una de cal y otra de arena”, explica. A lo que pudo pasar, Campos todavía le sigue dando vueltas porque, “llegamos en muy buenas condiciones, o eso nos indicaban los tiempos de los entrenamientos, pero ya en la prueba corta las sensaciones fueron extrañas, no me encontraba en los porteos, y cuando perdí el contacto con los húngaros, las sensaciones fueron a menos”.

Una de las variables que maneja es la comida aunque “tendremos que analizarlo porque no pinché, simplemente no iba”. También la ausencia de la selección española en el Europeo de Moscú pudo influir en lo ocurrido ya que Campos considera que “no haber estado allí nos perjudicó, porque nos creo muchas incertidumbres a la hora de saber como estábamos o como llegaban los rivales, algo que no le sucedió a muchos de nuestros competidores, que no estuvieron confinados”.

Campos suma un total de 31 medallas internacionales, 21 de ellas en mundiales y 10 en europeos

Con esas circunstancias, la jornada del domingo se afrontó con muchas dudas e incertezas no solo para Campos, sino para todo el grupo de entrenamiento, en el que están sus compañeros Diego romero y Tania Álvarez, pero “la película fue totalmente diferente al día anterior, estaba cansado, pero mi cuerpo respondía al esfuerzo”. Esas sensaciones disiparon las dudas que existían durante el día anterior y el esfuerzo halló recompensa con un compañero con el que lleva muchos años entrenando en pista como pareja. “Nos conocemos y hablábamos de cómo íbamos en todo momento”. Los últimos momentos de la prueba, en plena lucha con la pareja polaca, Campos los vivió a tope de adrenalina, “no me di cuenta de situaciones que pasaron en carrera y que luego ves en vídeo, pero el esfuerzo valió la pena”. Ahora toca descansar del deporte, al menos, un mes, e ir buscando sitio en casa para colocar todas las medallas que atesora.

Comenzar a pensar en el Mundial de Portugal


Con 36 años de edad, Tono Campos se encuentra en una etapa de madurez deportiva que quiere aprovechar para seguir ampliando su currículo, una auténtica leyenda en las pruebas de fondo que se ha convertido en uno de los buques insignia de su club, el Breogán. Ahora toca un mes de descanso, pero v cuando se regrese a los entrenamientos “habrá que sentarse, fijar objetivos y plantearnos la siguiente temporada”. En esa siguiente temporada está el Campeonato del Mundo de Portugal, una prueba que se celebra relativamente y a la que Campos tratará de acudir para seguir ampliando la impresionante colección de medallas que atesora.