El piloto estradense Adrián Rozados volvió a dar por segunda vez la sorpresa en la Subida a Chantada, cita del Campeonato de España de Montaña. Tras su victoria en su última edición, la del año 2019, el reto para Rozados era todavía mayor, con diez barquetas peleando por la victoria en la categoría absoluta. El estradense, que además no había podido ponerse al volante de su Silver Car hasta la carrera debido a su reducido presupuesto, firmó una gran actuación para terminar de nuevo entre los mejores del Nacional, en esta ocasión con una meritoria tercera posición.

Rozados subió al podio por detrás del andaluz Javi Villa y del andorrano Raúl Ferré. Cabe destacar que se trató de una edición de la Subida a Chantada que quedará para la historia por los tiempos marcados por favoritos. Javi Villa marcó el récord absoluto de la carrera pero el propio Ferré también logró batir el mejor tiempo hasta el momento. Rozados por su parte logró mejorar en tres segundos y medio el tiempo con el que venció en el año 2019 pero esa mejoría no fue suficiente para volver a llevarse la victoria.

“Estoy muy contento con ese podio. La verdad es que es algo con lo que no contaba. Me veía más como quinto pero el coche fue muy bien y logré adaptarme a las mil maravilla para ir cada vez más rápido. Es una alegría poder subir de nuevo al podio de una carrera así”, manifestó Rozados tras la carrera. El estradense, el único gallego en la carrera, solo lamentó el no tener la oportunidad de aclimatarse a la barqueta antes de la carrera, una desventaja con respecto a sus rivales.