La magia de O Gatañal se desvanece. En una temporada marcada por la incidencia del coronavirus y por las restricciones de aforo –cuando no directamente la prohibición de público– el pabellón de juego del Frigoríficos del Morrazo ha dejado de ser su mejor aliado en la lucha por la permanencia. Al contrario que en pasadas temporadas, jugar en Cangas ya no supone un incremento exponencial en las posibilidades de éxito. Las cifras así lo corroboran: En lo que va de temporada el equipo que dirige Nacho Moyano solo ha ganado un partido en su otrora polideportivo talismán, el que le reportó dos puntos ante el Viveros Herol Nava (21-19).
El conjunto cangués ha disputado un total de 12 encuentros como local, distribuidos entre Cangas y Bueu, ya que se vio obligado a jugar varios choques en el pabellón Pablo Herbello del municipio colindante a causa de las obras para el cambio de pista de O Gatañal. Curiosamente en solo tres partidos en cancha buenense (frente a Atlético Valladolid, Benidorm y Puerto Sagunto), los de Nacho Moyano han sumado más puntos (cuatro) que en nueve en el también llamado “O Fervedoiro” (tres).
El balance en O Gatañal no puede ser más descorazonador, con un único triunfo (el mencionado frente al Nava) y un empate (25-25 ante el Puente Genil). En los restantes siete encuentros la balanza se inclinó del lado visitante, independientemente de la entidad del rival. Derrotas ante el Fútbol Club Barcelona (24-39), el Bidasoa (22-35) o el Fraikin Granollers (23-33) entraban dentro de la lógica competitiva de la Liga Sacyr Asobal. La del Huesca (22-33) era posible al haberse producido poco después del confinamiento de la plantilla por el brote de Covid y frente a un equipo al alza, como demuestra su actual tercer puesto en la clasificación. Pero lo que ha roto cualquier esquema previo han sido los pinchazos frente a Cisne (26-33), Liberbank Sinfín (23-26) y Villa de Aranda (23-24), tres de los rivales directos de los cangueses en la lucha por eludir el descenso.
Paradójicamente, los cangueses parecen haberse encontrado más cómodos en su exilio buenense. Atlético Valladolid (31-28) y Puerto Sagunto (27-25) cayeron ante un cuadro gallego en buena progresión en el arranque de 2021, y ante el Benidorm se compitió hasta el final aunque en esa moneda al aire del igualdad saliese cruz (24-26). Pero en la vuelta a un pabellón de O Gatañal que estrenaba pista, al que volvían lo aficionados tras meses sin poder hacerlo, y ante el a priori mejor rival posible, el colista de la categoría, el Villa de Aranda, se reavivaron los fantasmas con una nueva derrota.
En un año en el que ha habido un claro cambio de tendencia, rompiendo el dominio de los equipos de casa para equilibrarse un tanto la balanza, los números globales del Cangas están entre los peores de la categoría. Los de Moyano suman 7 puntos como locales, pero tras la disputa de 12 encuentros (Nava y Guadalajara también han logrado 7 pero en 11 duelos). Solo presentan peores guarismos Sinfín (cinco puntos) y Aranda (cuatro puntos) –ambos en 11 partidos– y el Cisne, con cuatro puntos en ocho choques.
Mejorar las cifras de aquí a final de temporada no será tarea fácil con el calendario que tienen por delante los de Nacho Moyano. Por casa ya han pasado todos sus rivales directos a excepción del decimosegundo clasificado, el Guadalajara. Los otros cuatro equipos que deberán visitar O Gatañal están en la zona media alta de la tabla: Liberbank Cuenca (quinto), Ademar León (octavo), Anaitasuna (décimo) y Logroño (cuarto).
A domicilio el Cangas ha cosechado cinco puntos, merced a un único triunfo (21-23 al Guadalajara) y tres empates (22-22 en Aranda, 23-23 en Cuenca y 27-27 ante el Bidasoa). Las derrotas fueron ante Valladolid (30-25), Anaitasuna (38-24), Logroño (30-25), Ademar (24-22) y Benidorm (25-23).
