Rubén Soliño sumará su vigesimoprimera temporada en la disciplina del Frigoríficos del Morrazo. El club cangués anunció ayer la renovación por un año de su director de juego, un hombre que ha pasado por todas las categorías de la entidad, incluido el filial, antes de afianzarse en un primer equipo en el que cumplirá diez campañas de forma consecutiva. A sus 31 años, el canterano viene de completar una gran segunda vuelta en la que fue uno de los elementos decisivos para que el Cangas acabase consiguiendo la permanencia. A su capacidad para generar juego añadió 29 dianas de 48 lanzamientos.
“Este año hubo dos etapas diferentes. En la primera vuelta no estuvo bien y en la segunda fue de los jugadores más importantes del equipo”, resume el director deportivo del Frigoríficos, Óscar Fernández. “El club sabe de su potencial y lo único que le ha faltado es esa regularidad que tuvo en la segunda vuelta”, añade. Además también se valora el hecho de que sea “un buen elaborador de juego y tenga un perfil diferente, que nos hace falta en el equipo”.
Lo cierto es que el menor de los hermanos Soliño ha dado un salto en su juego y en peso específico en el equipo en los últimos meses. Tras la vuelta de Navidades adquirió galones y se afianzó en el centro del ataque cangués. Luego su rendimiento sirvió un poco de termómetro de las opciones canguesas: en los partidos en los que estuvo bien el Cangas brilló, y cuando estuvo más espeso, al conjunto le costó algo más.
El central cumplirá una década en el primer equipo
“Estoy contento porque mi idea era seguir, siempre y cuando el club lo quisiese”, señala el jugador, que reconoce haber acabado la temporada con muy buen sabor de boca. “Ha sido un año bastante duro para todos. En la primera vuelta no jugué tanto como me gustaría y en la segunda tuve más confianza y las cosas salieron bien, con la permanencia, que siempre es nuestro objetivo”, afirma Rubén.
La razón de esa metamorfosis hay que buscarla “en la confianza. La que tiene el entrenador, los compañeros, el hecho de que te apoyen. Luego los resultados se ven sobre la pista”. El otro elemento clave para Rubén ha sido el gran ambiente dentro del equipo. “Es uno de los mejores grupos que hemos formado. Después teníamos las ideas claras en la pista, con un bloque defensivo muy bueno, y en ataque sacando las cosas como podíamos”, relata. Lo que echará de menos, admite, será su conexión con Cerqueira. “Nos entendíamos muy bien en la pista”, sentencia.
Con la renovación de Rubén Nacho Moyano dispone ya de un total de ocho jugadores de cara a la próxima temporada. Son el portero Gerard Forns; el pivote Alberto Martín; los laterales David Iglesias, Brais González y Martín Gayo, el extremo Dani Fernández, el central Rubén y el único fichaje hasta la fecha, el lateral derecho argentino Lucas Aizen.
