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El Frigoríficos modela su enésimo milagro

“Tenemos que ganar al Valladolid. Lo demás no debe preocuparnos”, asegura Nacho Moyano

Essam y Gayo en el partido entre el Frigoríficos y el Barcelona.

Essam y Gayo en el partido entre el Frigoríficos y el Barcelona. / Santos Álvarez

“Ha sido el fiel reflejo del año. Cuando nadie daba un euro por nosotros es cuando más hemos creído, nos hemos agarrado y apretado el culo, para terminar sacando adelante el partido a base de garra y lucha”. De este modo describe el técnico del Frigoríficos del Morrazo, Nacho Moyano, la victoria de los suyos ante el Torrelavega gracias a una increíble remontada en los últimos dos minutos que le permite llegar a la última jornada de Liga con opciones de eludir el play down. Los cangueses deben ganar al Atlético Valladolid y esperar la derrota de cualquiera de sus dos rivales, Rebi Cuenca o Puente Genil, que se miden a Bidasoa y Sinfín, respectivamente.

Y es que en poco más de dos meses el Cangas ha pasado de encarar su choque ante el Sinfín como una final para escapar del descenso directo, a soñar con evitar la promoción. De tener 10 puntos y estar a ocho del Cuenca (decimotercer clasificado) a sumar 22, a solo uno del cuadro manchego y del Puente Genil. De lograr un único triunfo en 21 jornadas a encadenar seis en las últimas ocho. Es la radiografía de lo que va camino de ser el enésimo milagro del equipo que preside Alberto González.

"No queriamos quedar en tierra de nadie"

“Ahora puede sonar un poco sobrado, pero cuando ganamos en Santander nos sentamos a hablar, porque teníamos miedo de quedarnos en tierra de nadie, sin objetivos”, reconoce el entrenador de los cangueses. Entonces, el equipo se fijó un objetivo de puntos. “Y los jugadores nos dijeron que veían factible llegar a los 24 puntos. Entre todos hemos creído y trabajado para llegar aquí”, sentencia.

Moyano dando instrucciones en un tiempo muerto en Torrelavega.

Moyano dando instrucciones en un tiempo muerto en Torrelavega. / Luis Palomeque

Sin embargo, Nacho Moyano no cree que se haya operado una metamorfosis tan radical en los suyos que explique los últimos resultados. “Quizás cambiamos más piezas y hemos tardado un poco más de tiempo en ensamblarlas. Pero no hay una diferencia tan drástica con respecto a la primera vuelta, entre el haber ganado o empatado un partido”, reflexiona.

Eso sí, tiene claro que la peculiar forma en la que se produjo el triunfo en Torrelavega salda una deuda pendiente con su equipo, acostumbrado esta temporada a haber cedido puntos en los segundos finales. “Ya era hora de que nos tocase a nosotros. Nunca habíamos tenido un sabotaje a favor, y tuvimos la fortuna de poder remontar, porque sin un punto de suerte hubiese sido imposible hacerlo”, sentencia.

Frenar la euforia

De cara a la última jornada del campeonato Moyano tiene clarísima cuál debe ser la hoja de ruta. “Lo primero es asumir que tenemos 22 puntos y no 24. El ambiente y la euforia te hacen pensar que ya los has conseguido y ni mucho menos es así. Tenemos un partido ante el Valladolid que es un equipo muy bueno, que con la llegada del portero está jugando a un nivel top, y que no vendrá de vacaciones”, recalca. A partir de ahí, señala que “saldremos sin nada que perder, porque estábamos desahuciados y pelearemos por evitar incluso la promoción. Hasta donde nos dé”. De los duelos de Cuenca y Puente Genil no quiere ni oír hablar. “Lo de los demás no nos debe preocupar. Lo veremos después del minuto 60. Y pase lo que pase, si llegamos a los 24 puntos, acabaremos orgullosos de lo que hemos hecho”, sentencia.

Fodorean, Gayo y Thymann, entre algodones

No afrontó en las mejores condiciones el Frigoríficos del Morrazo su partido del fin de semana en Torrelavega. Martín Gayo se quedó en Cangas a causa de un problema en la rodilla que ha ido arrastrando toda la temporada y que ya le hizo perderse varios encuentros en la primera vuelta. Pero, además, el equipo jugó con Rares Fodorean y Mads Thymann visiblemente mermados por diferentes problemas físicos, algo que quizás pudo influir en el atípico desarrollo de un partido que el propio Nacho Moyano reconoció que “cuesta analizarlo desde la lógica. No lo era haber comenzado tan bien, ni después habernos apagado sin motivo aparente, ceder ventaja, volver a meternos, estar de nuevo por abajo y acabar remontando en dos minutos”.

Los esfuerzos ahora de los servicios médicos del club están centrados en recuperar de la mejor manera posible a los inquilinos de su enfermería. Preocupa Gayo, que sufrió un mal gesto durante una de las sesiones de la semana en la articulación que ya tiene tocada. Habrá que ver su evolución. Mayor optimismo existe en el caso de Fodorean. El rumano sufrió un esguince de tobillo que practicamente lo descartaba para Torrelavega. “El fisio hizo una obra maestra con él”, reconoce Moyano. Fodorean jugó, con el tobillo aún inflamado, lo que hacer pensar que también llegará para el choque ante el Valladolid. Por último, Thymann también arrastra problemas en uno de sus tobillos, aunque todo apunta a que jugará.

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