El derbi de As Burgas comenzó haciendo gala de deportividad a pesar de que competían sabiendo que tanto la Unión Deportiva Ourense como el Ourense CF tenían mucho en juego y mucho que demostrar. Ambos necesitaban cada uno de los puntos para alejarse de la zona de descenso y situarse en los puestos que dan acceso a la segunda fase por el ascenso de la categoría.

Con todo, el encuentro arrancó con los primeros minutos de tanteo entre ambos conjuntos, estudiando al oponente, con una mayor presión por parte del Ourense CF que buscaba evitar las salidas controladas del balón de la Unión Deportiva Ourense, y con una Unión Deportiva Ourense que buscaba redimirse del resultado obtenido en el pasado derbi de As Burgas.

Durante los primeros 20 minutos no surgieron ocasiones de gol más allá de un córner para la Unión Deportiva Ourense que centró Alfredo pero que no supuso peligro para Sergio García. Un continuo intercambio de acciones en el que predominaba el juego de medio campo.

Lo intentó Carlos de Dios con un cabeceo que volvió a los guantes de Sergio García y continúo el juego con la tónica con la que empezó: mucho tanteo y sin mantener la posesión además de mucho contacto entre los jugadores pero sin jugadas peligrosas.

Un derbi de alta intensidad y de mucha energía en el que empezaron a abrirse espacios para ambos equipos a partir de la primera media hora, pero sin ocasiones claras para los visitantes y tampoco con suerte para los locales. Tal era la deportividad en el campo que hasta el minuto 41 no sale la primera tarjeta amarilla, para Braganza del Ourense CF. Fue el preludio del primer gol del encuentro, 2 minutos más tarde el árbitro pitó córner favorable para el Ourense CF, centró Andoni y remató de cabeza Borja Domingo sin que el guardameta local, Dani Sampayo, lo pudiese impedir.

Un gol que sentó como un jarro de agua fría al equipo de Fernando Currás que se marchó al descanso afectado por esa acción y sumando la segunda amarilla del encuentro y la primera del conjunto para Rubén Durán. Abucheo y éxtasis a partes iguales entre los 500 aficionados que pudieron vivir el encuentro en directo y que se hicieron notar hasta el último minuto.

Diferente se vivió la segunda mitad gracias a un cambio táctico por parte de ambos equipos. Por la Unión Deportiva Ourense entraba Migui en busca de una mejora de ataque ofensivo y para prevenir que el capitán viese una segunda amarilla.

El trueque, aunado a las ganas de resarcirse, supuso la oportunidad para la Unión Deportiva Ourense que, en el minuto 53, veía el gol del empate. Un pase de Alfredo a Raúl Melo logró el 1-1 que enardecía a jugadores y aficionados, pero también a los adversarios qué aumentaron la presión.

La Unión Deportiva Ourense se hizo con el mando del partido. Se sucedió un descontrol táctico logrando un partido más abierto para disgusto de los entrenadores pero para placer visual de los espectadores.

El derbi vivió en un cambio de ritmo constante por la dificultad de mantener una intensidad tan alta y también porque la tensión y el nerviosismo iban en aumento según se acercaba el final. Entre la confusión, fue capaz Borja Domingo de adelantarse de nuevo al marcador local, una acción extraña en la que mientras Óscar Lorenzo caía al césped quejándose de un golpe, el delantero apuntaba con la izquierda y acertaba en la red local.

A 12 minutos para el final, mientras la Unión Deportiva Ourense buscaba alcanzar el empate el repliegue defensivo del Ourense CF impedía que sucediese.

Con la tensión en el ambiente, en el último minuto antes del descuento, triple amonestación para Alfredo de la Unión Deportiva Ourense y Sanchís y Julio Delgado, del CF por una falta realizada por Sanchís sobre Alfredo y su posterior réplica que tuvo un saque de banda realizado antes de que el árbitro lo pitase, ganándose así la tarjeta el local.

El nerviosismo aumentó y fue aún más palpable en los 4 minutos del descuento, las continuas broncas y enganchones parando el juego por parte de ambos equipos obligaron al colegiado a alargar un minuto más el final. No fue suficiente para un empate por parte de la Unión Deportiva Ourense solo para demostrar que a la deportividad le sobraron 5 minutos.