La inmobiliaria lalinense Inverdeza acaba de ser distinguida como la mejor de España por la sociedad Servihabitat, servicio de referencia en el mercado español que en 2019 gestionó más de 195.500 activos inmobiliarios y financieros por valor de 29.400 millones de euros. La firma de la familia Bernabé es uno de los 2.000 agentes asociados y el año pasado fue elegida la mejor del territorio nacional.
La gerente de Inverdeza, Patricia Seijas, señala que para la consecución de este galardón se analizan parámetros como los volúmenes de ventas, unidades comercializadas, contactos de clientes aportados a través de distintas vías o visitas cerradas a inmuebles, entre otras. Días atrás recibieron la llamada de la sociedad Servihabitat para comunicarle que su inmobiliaria había ganado el premio anual por los méritos logrados durante 2020. Para Seijas, esta distinción supone un acicate para continuar trabajando y demostrar “que con esfuerzo todo se puede lograr”. El premio consiste en estos casos en un viaje a un destino exclusivo que, sin embargo no podrá disfrutar por la pandemia sanitaria, pero la sociedad convocante cambiará por un cheque de idéntico valor. “La verdad es que sí que me gustaría, con este premio, hacer un viaje”, bromea Patricia Seijas Fernández.
Inverdeza fue fundada en 2006, unos años antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria y, como otras del sector, le ha tocado lidiar con la crisis del ladrillo y, ahora, con la recesión económica provocada por la pandemia sanitaria. Pero para Seijas, los efectos de la crisis no son tan negros como en ocasiones se pintan y el pasado año fue positivo. “El mercado en Lalín podemos decir que mantiene sus precios respecto a 2019 y en lo que llevamos de año va habiendo oferta”. Cabe recordar que el service que premió a la firma lalinense se dedica a gestionar la venta de activos inmobiliarios de entidades financieras y la capital dezana es un buen ejemplo de la anterior crisis del ladrillo, con centenares de viviendas todavía a la venta fruto de constructoras quebradas que acabaron por entregar sus bienes o créditos sobre la propiedad a las entidades crediticias.
Inverdeza gestionó durante el año pasado un promedio de una decena de ventas de inmuebles al mes y, en consecuencia, algo más de un centenar en 2020. Entre algunas de sus operaciones más relevantes de los últimos tiempos destaca la gestión de las ventas de hogares o bajos comerciales del edificio situado entre las céntricas calles Principal, Molinera y Rosalía de Castro; una promoción que pasó primero a manos de un banco y después a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) por la quiebra de una constructora lalinense en los primeros coletazos de la crisis de 2008.
El mercado de esta empresa no se ciñe a la comarca dezana y, además de pisos, gestiona la venta de plazas de garaje, casas de aldea, fincas o naves industriales.
