Las obras de urbanización del plan sectorial de Álceme, promovido por Cogal, toman forma justo diez años después de que la cooperativa comenzase con los trámites para ampliar el terreno del polígono en que se asienta y así, poder ampliar también sus instalaciones.

El plan parcial quedó aprobado en julio de 2013, pero hubo que modificarlo por problemas para conseguir tres parcelas que facilitan la conexión con la PO-533, que comunica Lalín con Rodeiro y Chantada. este nuevo plan de conexión quedó aprobado en 2015, y el proyecto de urbanización se aprobó de forma inicial en febrero de 2018.

El gerente de Cogal, Juan Castro, estima que las obras de urbanización durarán un año y tendrán un coste cercano a los dos millones de euros. Apunta que todavía es muy pronto para hablar de empresas que estén interesadas en asentarse en este polígono.

Por lo que respecta a Cogal, la Xunta somete a información pública la modificación de la autorización ambiental integrada que tiene la empresa para instalar su matadero de conejos con sala de despiece y envasado. Desde este viernes y durante un mes podrá consultarse en la web de Medio Ambiente para presentar alegaciones. Dentro de la nave, se está en la fase de desmantelamiento de zonas que estaban en desuso, para reconvertirlas en nuevos vestuarios y comedores. Éstos irán en la planta alta del matadero. Está previsto reestructurar los locales existentes para aumentar almacenes, zonas de despiece y la cámara de conservación. La modificación también contempla la planta de biogás, un proyecto de Cogal Renovables vinculado a dos parques eólicos en A Cañiza y Arbo. A cambio de los 30 MW de potencia, la empresa tenía previsto invertir parte de los beneficios en esa planta, que producirá vapor para la planta de subproductos.