El estado de alarma aplicado para frenar la expansión del COVID-19 vació las carreteras por momentos, sobre todo durante los meses de confinamiento. Así lo refleja la Memoria de Aforos 2020 publicada por la Axencia Galega de Infraestruturas, con un descenso generalizado del tráfico, con mínimos históricos entre marzo y junio, período que tradicionalmente presenta el mayor volumen de desplazamientos, después de los meses estivales. El desplome en las carreteras autonómicas que atraviesan Deza y Tabeirós-Terra de Montes oscila entre el 15% registrado en la PO-840 (Agolada-Melide) y el 30% de los primeros tramos de la AG-53, que discurre entre Dozón y Ourense.

La vía con más tránsito de las que tiene la Xunta en la zona sigue siendo la PO-841, tramo pontevedrés de la conexión entre A Estrada y Santiago de Compostela. Su intensidad media diaria (IMD) en 2020 fue de 7.870 vehículos, 2.052 menos (20,6%) que en el ejercicio anterior, cuando había ganado 307 por jornada. Es el primer retroceso al menos en tres años que experimenta este vial, que está en trámites para convertirse en la prolongación de la AG-59 desde A Ramallosa hasta O Rollo, en Santa Cristina de Vea.

La variación mensual es muy considerable: De los casi 10.000 coches diarios de enero y febrero pasó a 6.438 en marzo –a mediados de ese mes comenzó el estado de alarma– y tocó fondo en abril y mayo, con 3.193 y 4.723, respectivamente. En junio, con el fin del confinamiento, rebasó los 8.200 y en julio llegó a 9.150, si bien en agosto volvió a caer a 8.693; casi un millar más promedió en septiembre, con la vuelta al cole presencial, mientras que en octubre fueron 9.328, en noviembre descendió a 7.080 y diciembre terminó con 8.004. La PO-841 es una de las arterias con menos tráfico pesado, 715 vehículos el año pasado (9,1% del total), y la mayor parte en tránsito hacia Santiago, el 57%, frente al 43% que circula en sentido A Estrada.

Al margen de la autovía AG-53, la otra carretera autonómica más transitada es la PO-534, conexión natural de Lalín con Pontevedra. El mayor movimiento se da en el tramo que discurre entre el enlace de la autopista y el polígono industrial de Botos. Su IMD en el año de la pandemia fue de 3.154 automóviles, 1.136 menos que en 2019, lo que supone un descenso del 26,4%. En los cuatro ejercicios anteriores se había mantenido siempre por encima de las 4.200 unidades diarias.

Los meses tradicionalmente más flojos son los más movidos en 2020, ya que son los últimos antes del estado de alarma. El pico máximo se registra en febrero, con una media de 4.503 vehículos por jornada, mientras que los mínimos son los 1.391 y 1.609 de abril y mayo; la situación mejoró en verano, con cerca de 4.000 en agosto.

Los 283 camiones y autobuses constatados equivalen al 9% del tráfico total, con más movimiento hacia Lalín (52%) que en sentido Botos (48%). El tránsito pesado crece en los siguientes tramos de la PO-534 y llega al 12,7% entre Laro (Silleda) y Cachafeiro (Forcarei), al representar 105 de los 826 vehículos diarios registrados. La circulación cae aquí en 195 unidades (19%) después de dos años por encima del millar. En 2020, esa barrera solo la supera en febrero y en los meses de verano, mientras que en abril toca fondo, con 344 automóviles.

Entre Cachafeiro y el enlace con la N-541 en Folgoso (Cerdedo) se midieron 1.266 vehículos diarios, 334 menos que en 2019, lo que supone una caída del 20,8%. En los ejercicios anteriores había estado por encima de los 1.600, con la única salvedad de 2018, cuando la estación autonómica recogió 1.544. Febrero, único mes por encima de los 1.800 por día, vuelve a ser el período de mayor movimiento, mientras que entre marzo y mayo no llegó al millar, con abril nuevamente como el más flojo (525). El tráfico pesado tiene en este tramo una de sus mayores presencias en cuanto a vías autonómicas se refiere, pues las 179 unidades diarias equivalen al 14,1% del total, con distribución a partes iguales en ambos sentidos de la circulación.

La autovía en Dozón pasa de apenas 2.000 coches diarios en abril a casi 8.500 en agosto

La AG-53 es la vía autonómica que más acusó el parón durante el año pasado. Su tramo inicial, entre Dozón y el enlace de Piñor, promedió 5.943 vehículos diarios, que son 2.556 menos que en 2019 o, lo que es lo mismo, un descenso del 30%. Presenta, además, la mayor variación por meses. Así, de los 1.938 coches diarios de abril (un 32% de su IMD) y los 2.929 de mayo (49%) pasó a 8.468 (142%) en agosto, muy cerca de los 8.500 que habían sido su media del año anterior. El tráfico pesado cobra gran peso en la autovía, un 18,2%, con 1.079 unidades medidas en Carballeda en 2020. Similar comportamiento se dio en los siguientes tramos de esta misma vía, ya enteramente por territorio ourensano: Por Lamas, entre Piñor y Cea, transitaron 5.886 vehículos, 2.542 menos que en 2019, lo que se traduce en una caída del 30,1%; por O Seixo, cerca de la conexión de Maside y O Carballiño (AG-54), pasaron 2.275 automóviles menos (28,1%), para dejar la IMD en 5.796; y la estación de A Pedreira, antes del enlace con la A-52 (Porriño-Benavente), contabilizó 11.187, casi 4.000 menos (26%).

La carretera OU-902, entre O Irixo y Lalín, tiene una estación de medición en el término ourensano, que registró 796 vehículos el año pasado de media diaria, esto es, 214 menos que el anterior (21,1%). Solo 47 eran camiones o autobuses, de modo que el tráfico pesado no supone ni el 6%.

Un millar menos de coches entre Lalín y Rodeiro

Un millar justo de vehículos se dejó la PO-533 durante 2020. Su intensidad media diaria fue de 2.839 unidades, que significan un descenso del 26% y rompe varios años consecutivos de crecimiento. La vía que discurre entre Lalín y Rodeiro marcó sus máximos en febrero y agosto, con cerca de 3.800 coches diarios cada uno de estos dos meses, y sus mínimos, en abril (1.275) y mayo (1.432). El tráfico pesado supone el 12,2% del total, con 345 vehículos, que se distribuyen al 50% en ambos sentidos de la circulación.

Agolada-Melide, la vía que menos se resiente

La vía autonómica de la zona que menos se ha resentido durante el año de la pandemia –de las que figuran en la memoria de aforos– es la PO-840, tramo pontevedrés del eje Betanzos-Agolada. Su IMD fue de 2.754 unidades, 499 menos que en 2019, lo que se traduce en un descenso relativo del 15,3%. Tampoco existe tanta variación como en otras carreteras a lo largo del año, con picos por encima de 3.300 en julio y agosto y un mínimo de 1.328 en abril, mientras que en marzo y mayo aguantó con más de 2.000 coches diarios. Los 422 camiones y autobuses constatados convierten a este vial en uno de los de mayor incidencia para el tráfico pesado, con un 15,3% del total.

Poco tráfico pesado entre Silleda y Cruces

La PO-205 (Silleda-Vila de Cruces) cerró el pasado año con 2.340 vehículos diarios de media, 597 menos que el anterior (20,3%), rompiendo también tres años de crecimiento. La variación mensual deja la intensidad máxima en febrero (3.146) y la mínima en abril (1.026). Es la carretera que arroja menor porcentaje de tráfico pesado, al menos en su kilómetro inicial, que es donde está la estación de medición: 201 unidades en 2020, que son el 8,6% del total.