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Deza

El Gambito de Dama del urbanismo de A Estrada

Imagen de los terrenos, todavía con el estadio construido en 1959. | // BERNABÉ/LUISMY

La propuesta tuvo tantos detractores como defensores. Era necesario poner en la balanza el pasado frente al futuro; mirar cuánto pesaba la nostalgia, el arraigo y los recuerdos y contraponer ese valor al del progreso y las nuevas oportunidades. No fue una elección fácil. O quizás sí, aunque no lo pareciese. El caso es que, hace ya más de un lustro que se tomó una de las resoluciones más importantes en materia de gestión urbanística en A Estrada. Hacerlo supuso que las máquinas entrasen en el estadio municipal de A Baiuca y lo destrozasen todo, dejando la tierra preparada para comenzar a levantar, por este extremo de la capital estradense que prácticamente se concebía como extrarradio, un nuevo modelo urbano. Transcurrido un lustro, demostró cómo una sucesión de movimientos planificados puede convertirse en una jugada maestra. En A Baiuca, A Estrada tuvo su propio Gambito de Dama, la apertura de ajedrez cuya fama se ha acrecentado gracias a una exitosa serie. Se hizo también en tres movimientos: derribo, traslado y construcción.

Vista de la nueva Baiuca, con escuela infantil, ambulatorio y, próximamente, juzgados. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Con el 2021 enfilando su recta final, se cumplen seis años desde que arrancó el desmantelamiento de aquel estadio de fútbol que comenzó a construirse en A Baiuca en un año 1959 en el que las máquinas fueron recibidas al son de las bombas de palenque. El campo se inauguró en abril de 1960. El primer partido llegó justo después de la llamada “operación rastrillo”, en la que más de un centenar de personas se dieron cita sobre el terreno para retirar pequeñas piedras y raíces del terreno de juego.

No fue, sin embargo, hasta los primeros meses de 2016 cuando las máquinas emprendieron las demoliciones pendientes y los movimientos de tierra para preparar estos más de 20.000 metros cuadrados de superficie para un nuevo futuro, uno que no tardó en cobrar forma y que continúa haciéndolo sobre estos predios cinco años después, modelando esta bolsa de suelo dotacional y exprimiendo al máximo su potencial.

Nuevo campo

El Club Deportivo Estradense encontró una nueva casa en el estadio que se construyó, con fondos de la Diputación de Pontevedra, en el complejo que ocupa la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp), sin duda un emplazamiento a día de hoy mucho más lógico, teniendo en cuenta que se trata de un entorno en el que ya se situaba la piscina climatizada, que se encuentra integrado en la Zona Deportiva de la villa y que ahora sumará a sus inmediaciones unas pistas de atletismo.

Mientras, la maquinaria urbanizó todo el terreno para que A Baiuca fuese poniendo los cimientos para una nueva era. La empresa Construcciones Abilleira se encargó de ejecutar las obras, contando con 29 días de plazo. Trabajó sobre estos más de 20.000 metros cuadrados, demoliendo todas las estructuras del antiguo estadio –principalmente gradas, vestuarios o cierre perimetral–, nivelando la parcela para proceder a la apertura del vial que ahora une la Avenida Benito Vigo con la Avenida da Torre.

Tuvo que borrar la imagen de 57 años, que no la historia de un campo que se fraguó con Mario Blanco recién llegado a la Alcaldía de A Estrada. El Concello contaba en este punto con 4.400 metros cuadrados. Era necesario adquirir 18.217 más en una zona especialmente valorada por su cercanía al casco. El ayuntamiento se haría cargo de comprar los terrenos, corriendo las cuentas a través de las aportaciones que la ilusión se encargaría de conseguir.

Construcción de locales comerciales en un extremo de A Baiuca. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Sin embargo, pese a que la palabra “despilfarro” y la nostalgia en la memoria colectiva sembraron dudas, en el momento en el que se abrió la jugada urbanística, un movimiento sucedió a otro como se esperaba. El estadio se ubicó en lugar idóneo y A Baiuca comenzó a llenarse de servicios que hoy la convierten en un referente nuevamente para el común de los estradenses. Sobre estos terrenos se levantó primero una escuela infantil de la red pública A Galiña Azul, un servicio por el que clamaban las necesidades de conciliación. Llegó después un flamante centro de salud con el que A Estrada llevaba soñando años. Se generaron aparcamientos, un parque canino y pronto comenzará a construirse un edificio de juzgados.

Pero la iniciativa pública siempre anima a la privada. En A Baiuca se está construyendo también, ya fuera del terreno público, un nuevo edificio comercial con al menos tres locales, uno de ellos pensado ya para un emplazamiento hostelero que se bautizará como A Baiuca y que promete hacer un guiño para los nostálgicos, además de animar la actividad de servicios de la zona.

Construcción del hipermercado de Lidl en A Estrada, junto al transformado entorno de A Baiuca. Bernabé/Javier Lalín

A mayores, la nueva configuración de este entorno urbano le vino como anillo al dedo al proyecto que la cadena de supermercados Lidl llevaba años madurando. Las obras comenzaron hace unas semanas y su ágil ritmo hace que el lugar en el que se asientan mude su imagen casi de un día para otro. La cadena abrirá sus puertas en febrero, a escasa distancia del lugar que en el que hace seis años se inició esta jugada que hoy, el que más y el que menos, no tiene más remedio que reconocer y aplaudir.

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