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El comité del Scientia Lalín denuncia impagos a los empleados un año después de su compra

Asegura que se sigue contratando a gente “para cubrir las bajas por incapacidad temporal” y que mantiene a trabajadores apartados de su puesto laboral | Elevará al Juzgado de lo Social la actual situación del colegio

Concentración de trabajadores del colegio Scientia Lalín el pasado mes de abril. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

En la misma semana que se cumplirá un año de la compra del antiguo colegio Sagrado Corazón do Deza por parte de la empresa Scientia School, el comité de empresa del centro de la calle Penatoares de Lalín denuncia que ésta “continúa a acometer impagos a sus trabajadores”. Los representantes de los empleados también indican que los nuevos dueños del centro “siguen contratando gente nueva para cubrir bajas por incapacidad temporal, mantienen a empleados del centro apartados de su puesto de trabajo (en algún caso incluso con sentencias firmes de reincorporación) y se niegan a acometer las sentencias pese a tener solicitada la ejecución”. Por todo ello, el comité del Scientia School anuncia “verse obligado a elevar al Juzgado de lo Social esta situación y procederemos a demandar judicialmente este hecho que supone un incumplimiento grave del Estatuto Básico del Trabajador”. Recuerda que el pasado mes de abril todo el proceso de venta del colegio a la empresa Scientia School finalizó “con el despido directo de seis compañeras por supuestas causas objetivas y que todavía están pendientes de juicio”.

De igual forma, el comité del colegio concertado lalinense relata que “nos encontramos que la semana pasada otra compañera se vio en la obligación de tener que solicitar el embargo de las cuentas de la empresa para poder cobrar los más de 8.000 euros que se le debe. Resulta que del embargo se desveló que la empresa sólo tiene 900 euros en su cuenta”. También subraya que han comenzado “las llamadas de proveedores al centro queriendo cobrar, según nos indican las compañeras del colegio”. Con motivo de toda esta situación, los representantes sindicales también aseguran que “está provocando que los compañeros del colegio Scientia Lalín se vean forzados a solicitar continuos informes de vida laboral para comprobar en qué situación se encuentran”. Al respecto, explican desde el comité que “los cambios en esta empresa se hacen sin previo aviso y con carácter retroactivo, como recientemente le sucedió a otra compañera de Infantil que, por negarse a firmar un contrato en claro fraude de ley, se vio apartada de las aulas el pasado 2 de diciembre y excluida del pago delegado desde el día 5, pese a desarrollar su trabajo en esa aula durante un mes”.

Cabe recordar que en abril media docena de trabajadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del Colegio Scientia Lalín recibieron la comunicación de despido por parte de la empresa gestora del centro escolar. Los otros dos empleados que perdieron el puesto recibieron sus cartas correspondientes en un plazo máximo de dos meses. Entonces, el sindicato CIG-Ensino entendía que Scientia School, la empresa que adquirió el emblemático colegio lalinense, no iba a poder seguir con los trámites del ERE porque habían expirado los plazos para presentar los informes. En este sentido, desde el comité de empresa se señaló que la situación “no nos sorprende porque pone en evidencia a esta gente que está jugando a las trampas”. Añadieron que “pretenden ir por la vía del despido más barato pero nosotros iremos por la vía de la justicia, como siempre”. Y concluyeron advirtiendo que “a lo mejor tienen que devolver el dinero de la parte del ERTE y todo”.

Un año más tarde, los miembros del comité subrayan el hecho de que la firma propietaria del Scientia Lalín tiene un “capital social de 2,5 millones de euros” y recuerdan que se hizo con el colegio lalinense después de entrar en una puja “incluyendo en su oferta el mantenimiento de la totalidad de los puestos de trabajo, y días después finalizó el incidente con los despidos”. Además, enfatizan que se sigue sin “dar respuesta a las demandas de las trabajadoras en lo relativo a la entrega de la documentación a los trabajadores” afectados por esta situación laboral.

Un “desastre” en el ámbito pedagógico

Los representantes de los trabajadores del Scienta Lalín tampoco dudan en señalar que “desde la perspectiva pedagógica, el centro es un auténtico desastre, donde el cambio de profesorado en las aulas es continuo, incluso en algunos casos de forma irregular”. Destacan que la implementación tecnológica “que se vendió en su día constituye otra cortina de humo. Los famosos chromebooks son ordenadores portátiles reciclados de otro centro educativo del grupo empresarial, en este caso del Scientia Karmelo del País Vasco. Además, las famosas tablets que les fueron prometidas a las familias de Infantil, se tradujeron en una única tablet por profesor y aula, reutilizadas y procedentes del colegio Mengual de Madrid”. El comité también recuerda que las familias abonaron 200 euros por hijo para material escolar “cuando en realidad sólo están disfrutando de las fichas que los profesores se vieron en la necesidad de elaborar, dada la carencia de contenidos en la plataforma con un valor de en torno a los 40 euros”. De igual forma, el comité del Scientia Lalín indica que “a día de hoy el profesorado desconoce la documentación educativa más relevante del colegio” y que tampoco existe “convocatoria ni organización de reuniones de los distintos departamento, ni comisión de coordinación pedagógica, ni tampoco claustros a los que a veces se convoca mediante WhatsApp”. El comité considera que “lo único que parece importar son las actividades complementarias que gestiona la empresa desde Madrid”.

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