El pasado lunes el Hotel-Restaurante El Palacio de Lalín estuvo de fiesta. El clan de los Pájaro Castro organizó al caer la tarde una fiesta sorpresa a su matriarca, Nélida Castro Granja, con motivo de su 90 cumpleaños. Las actuales restricciones sanitarias impidieron que el festejo fuera como el de otros años, cuando entre 40 o 50 personas se reunían para agasajar a esta mujer valiente y emprendedora. Sin embargo, ni siquiera la pandemia pudo con las ganas de celebración de la conocida familia de Lalín, que organizaron un evento por sorpresa en el que no faltó de nada. Julia, Lete, Andrés, Bernardo, Sito, Celso, Carmen, Julio,. María José y Teresa forman la extensa lista de vástagos del matrimonio por Luis Pájaro y Nélida Castro, que también este año quisieron rendir homenaje a una mujer que sigue haciendo gala de un gran humor a pesar de los achaques propios de la edad.

Pinchos variados y, sobre todo, una tarta rematada por una bengala congregaron a nueve de los diez hijos de Nélida Castro en un establecimiento que ya forma parte de la historia de la hostelería dezana. En 1987 los Pájaro Castro se hicieron con las riendas de la cafetería del emblemático y céntrico hotel lalinense, y un año más tarde decidieron comprar el edificio que todavía alberga el hotel con su prestigioso restaurante. En la actualidad, los diez hijos de esta incansable emprendedora trabajan en los negocios que fundaron sus progenitores salvo Celso, que vive y trabaja en Ourense, aunque procura acercarse a Lalín siempre que puede para no perder el vínculo familiar. De hecho, estuvo con su madre el pasado fin de semana en lo que fue un reencuentro emocionante tanto para él como para el resto de sus hermanos. Nélida Castro, que se convirtió en única propietaria del establecimiento tras el fallecimiento de su marido Luis, también se mostró conmovida por la presencia del único hijo que vive lejos del clan desde hace algún tiempo.

La historia de esta familia numerosa está íntimamente ligada a un hotel que ha sabido sobreponerse al revés que supuso la llegada del COVID-19. Sus reconocidos menús han sido la base de la supervivencia para un local que, a pesar de las habituales restricciones, mantiene una clientela fiel a la que se le suman huéspedes del hotel procedentes de distintos puntos de España y, también de Portugal. Es en esos salones del hotel que su difunto marido, Luis Pájaro García, había adquirido a su anterior propietario, donde Nélida solía celebrar unas multitudinarias fiestas de cumpleaños ahora cercenadas por medidas profilácticas para evitar la propagación del virus. Desde aquella compra, la hostelería se convirtió en el principal sustento de la familia Castro, que se trasladó a Lalín para abrir en un primer momento una carnicería y el bar Lalín, que todavía continúa abierto, ubicados ambos locales enfrente al edificio del Hotel-Restaurante El Palacio, en la calle Matemático Rodríguez de la cabecera comarcal dezana.

Nélida Castro es famosa por su presencia en las distintas ferias donde los embutidos y las carnes de su familia congregaban a compradores de todo tipo. Una intervención quirúrgica en el intestino hace ahora unos tres años redujo su movilidad apartándola de una actividad en la que se sentía como pez en el agua. En marzo de 2018 concedió una entrevista a FARO DE VIGO en la que reconocía su gusto por este tipo de eventos comerciales llegando a señalar que “creo que la mejor feria de las que tenemos ahora por aquí es la de Arzúa, los días 8 y 22, porque es la más grande y la que visita más gente de todas las que conozco. Pero nosotros solemos ir a casi todas, además de Monterroso, también ponemos en Agolada, en A Bandeira, y en Melide todos los domingos. Siempre voy acompañada por un par de hijos, pero tengo que reconocer que ahora trabajo menos de lo que lo hacía antes porque los años no perdonan. El trabajo más grande lo hacen ellos, la verdad”. También en este caso, las medidas sanitarias han provocado que incluso sus hijos hayan visto reducido notablemente el número de certámenes feriales a los que poder acudir para vender unos embutidos y unas carnes con fama tanto dentro como fuera de Lalín.

Nélida Castro Granja cruzará hoy de nuevo la calle Matemático Rodríguez con 90 años cumplidos para sentarse en su mesa habitual de la cafetería del hotel familiar dispuesta a leer la prensa y, por supuesto, tomarse un café que le sabe a gloria preparado por uno de sus hijos. La matriarca observa la vida pasar desde el lugar donde ella y su difunto marido planearon un futuro mejor para una familia unida.

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