Altri prevé construir balsas para recoger agua de lluvia y utilizarla en su fábrica

Directivos de la empresa afirman que la merma de caudal del Ulla será del 2% en agosto y septiembre, pero que “no se verá afectado” porque devolverán toda el agua depurada

Directivos y técnicos de Greenfiber presentaron el proyecto a la federación de aserraderos.

Directivos y técnicos de Greenfiber presentaron el proyecto a la federación de aserraderos. / Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

La fábrica que la empresa portuguesa Altri pretende construir en el municipio lucense de Palas de Rei para producir fibra vegetal bajo la firma Greenfiber prevé la posibilidad de establecer balsas y recoger agua de lluvia para emplearla en el proceso productivo, según indicaron ayer sus directivos.

El director del proyecto Gama, Bruno Dapena, junto a la directora de recursos humanos de Greenfiber, Olga López Arias, y al director de Altri Forestal, Miguel Silveira, expusieron su plan a representantes de la Federación Empresarial de Aserraderos y Rematantes de Maderas de Galicia (Fearmaga), dentro de la ronda con varios sectores para aclarar dudas sobre la iniciativa. Silveira respondió a las dudas sobre la estrategia de abastecimiento de la planta y anunció el establecimiento de líneas de colaboración para potenciar la competitividad del sector forestal y el aprovechamiento de la producción de eucaliptos.

La gestión del agua que la futura fábrica prevé captar del río Ulla y su afectación al caudal figuró entre los puntos que más interés suscitaron entre los representantes de Fearmaga. En este sentido, Dapena aseguró que el caudal del río “no se verá afectado porque, a diferencia de otras industrias”, Altri pretende “captar el agua, usarla y devolverla al río, una vez depurada”. Añadió que el estudio de impacto ambiental detalla que “el porcentaje de merma será inferior al 1% durante nueve meses al año, entre 1 y 2% en junio y julio y un 2% en agosto y septiembre”.

Además, la fábrica tendrá “un pulmón con capacidad suficiente para mantener un funcionamiento normal durante tres días en caso de que se produzca una incidencia” y “recurriría a la opción de parar la producción en caso de que esta no se solucionase a tiempo”. Según indica Greenfiber en un comunicado, el agua “se devuelve en su práctica totalidad al río sin alterar sus condiciones actuales”.

El compromiso de los promotores es utilizar una tecnología que “va más allá de lo que marca la ley”, subrayó Dapena. En ese sentido, indicó que hay un plan para construir balsas para recoger el agua de lluvia e incorporarla al proceso productivo.

Greenfiber pretende construir una fábrica para extraer pulpa de los eucaliptos para producir fibras para la industria textil en Galicia. Sin embargo, la iniciativa, que aspira a captar fondos europeos, ha suscitado controversia y dudas relativas a si producirá también pasta de celulosa, al posible impacto ambiental e hidrológico del proyecto industrial en una zona predominantemente agrícola y a la generación de empleo local.

Ulloa Viva habla de más de 20.000 alegaciones

La Plataforma Ulloa Viva asegura que se han presentado “más de 20.000 alegaciones en todo el país” a la implantación de la fábrica. El alcalde de Palas de Rei, Pablo Taboada, confirma que en ese municipio fueron registradas 76 alegaciones a la declaración de impacto ambiental, pero el portavoz de Ulloa Viva, Xulio Fernández, asegura que ese bajo número en la zona cero se debe “a la intimidación” que se ejerce sobre la población desde diversas instancias. Los registros de otros municipios afectados, como Taboada, Antas de Ulla, Melide, Arzúa, Santiso y Agolada “estuvieron saturados” a causa de la gran cantidad de alegaciones, “al igual que en el Registro de la Xunta de Galicia”. “Hay un clamor contrario a Altri, una respuesta popular”, dijo Fernández, quien aseguró que la plataforma va a seguir luchando para impedir la implantación de la fábrica en Palas de Rei. “Vamos a ir a Madrid y seguir insistiendo en Bruselas para que la Unión Europea no financie con dinero público un proyecto como este”, dijo Fernández. También anuncia “batalla aquí y, si es necesario, un proceso judicial”. Recuerda que “la empresa estuvo durante dos años sin dar ningún tipo de información o explicación”, pero ahora que ya tenemos esa información vía DOG, se está reuniendo” con diversos colectivos y dando información que “ni siquiera se corresponde” con los datos reales del proyecto”.