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Argos se hace hoy con Vulcano tras pagar 3,5 millones por un astillero de futuro incierto

Vista parcial de las instalaciones de la antigua Vulcano, en desuso desde hace año y medio. | // MARTA G. BREA

Factorías Vulcano cumplió 100 años al tiempo que entregaba su última construcción. La C-548, un ferri de 138 metros de eslora bautizado como Villa de Teror. De efímero propietario español: Trasmediterránea lo ha vendido al Gobierno de Canadá por cien millones de euros, y será renombrado como MV Madeleine II. Solo cuatro días después de su entrega en Vigo, el 27 de junio de 2019, la propiedad del astillero acudía al juzgado para entregar la solicitud de liquidación voluntaria. Sobre el cadalso, una deuda concursal superior a los 209 millones de euros, y un inventario de bienes por apenas 12 millones para responder ante un enorme abanico de acreedores. Este jueves está fijada, en una notaría de la ciudad, la firma del escrito de compraventa, tras la que la histórica atarazana pasará a manos de Grupo Argos, parte del holding presidido por José Alberto Barreras. Ha pasado justo año y medio desde que la familia Santodomingo tiraba la toalla ante el Mercantil de Vigo. La antigua Vulcano será Astilleros San Enrique. Enrique Lorenzo (sin santoral) fue el empresario fundador de la compañía, en cuyo accionariado estuvo, por cierto, el propio Barreras.

Su plazo para iniciar futuras construcciones está marcado para el año 2023

Según pudo saber FARO, la propuesta que ha prevalecido, y que se plasmará sobre papel, es la planteada el pasado septiembre. A saber: 3.499.209 euros en diversos cheques bancarios, la subrogación en el crédito hipotecario a favor del ICO (2,543 millones) y la subrogación de la deuda con Fogasa (1,738 millones, pendiente de acuerdo con este organismo, según otras fuentes). Hasta la fecha, Argos ya ha desembolsado 800.000 euros en distintas transferencias a la sociedad, gestionada por administradores concursales (Emilio Rodríguez de Dios y Diego Comendador), y adicionales a los 70.000 euros que depositó para poder hacer una oferta por la unidad productiva. Lo hizo sobre la bocina; hoy, salvo imprevisto, el equipo que dirige Juan Moreno Portillo tendrá todos los pilares para erigir el “grupo naval” que tanto ansiaba. Las instalaciones de Vigo serán el hermano mayor de Nuevo Astilleros de Huelva, Med Gate Construcciones Navales (Ceuta) y Arkin Pruva Yacht (Antalya, Turquía), todos propiedad de Argos, bajo el paraguas de Marina Meridional.

Alba Villar Entrada de Vulcano

Su planteamiento pasa por mantener el acceso al mar, sin perder los 25.095 metros cuadrados de concesión administrativa. Aquí radica el principal escollo a su proyecto, puesto que tanto el Consejo de Estado como la antigua presidencia de la Autoridad Portuaria consideran que la antigua Vulcano perdió el derecho de disfrutar de esos terrenos –por consiguiente, que la concesión está extinguida de facto– desde el mismo momento en que los Santodomingo instaron a la liquidación del astillero. Es una tesis que confronta con la del juzgado mercantil o los administradores concursales, que entienden que la única forma de traspasar la unidad productiva y satisfacer en parte las deudas es con acceso al mar. Será el Tribunal de Conflictos Jurisdiccionales el que tome una decisión. En caso de que prospere la tesis de los administradores, la concesión tiene fecha de caducidad: 15 de diciembre de 2027. Al igual que han planteado con el astillero de Huelva –por hasta 35 años–, Marina Meridional quiere lograr una extensión de plazo. Aquí es donde entra, espera Moreno Portillo, una fase de “interlocución” tanto con la Autoridad Portuaria de Vigo, ahora con Jesús Vázquez Almuíña al frente, como con el Gobierno del Estado.

En espera de la formalización de la compraventa –se había puesto sobre la mesa la posibilidad de que accedieran a Vulcano con el año nuevo, pero no se materializó–, Argos ya tiene director para la futura compañía. Se trata de José María Soriano, con experiencia en compañías como Unión Naval de Valencia, Astilleros de Huelva, Cotnsa o Baleària, de la que fue director de Planificación y Gestión del Mantenimiento. Según su plan de negocio, la intención pasa por arrancar “con proyectos de reparación y conversión, con calderería pesada, para una puesta en marcha más rápida” y con operaciones que no requieran tanta financiación. Su plazo para iniciar futuras construcciones está marcado para el año 2023. Sería el proyecto 549 para unas instalaciones que dieron forma a buques como el Gloria del mar, Urquil, Marujín (el primero con casco de acero, de 1948), Polar Duke, el Stanovlenie (acaba de venderse, rebautizado como Kai Yu, por 25 millones) o el Hydrographer Presbitero, de investigación. El número 1 para Astilleros San Enrique.

Extracto de la propuesta final de Argos para hacerse con Vulcano

La filial de Huelva reconfigura su plan e incluye las renovables

Nuevo Astillero de Huelva es la mercantil, de Marina Meridional (Argos), con la que José Alberto Barreras asumió la propiedad de esta atarazana andaluza. En este caso, pretende solicitar una concesión de entre 35 y 40 años, y abandonar la interinidad actual. Según han publicado medios locales, la dirección del grupo ha decidido reconfigurar su proyecto de futuro para incluir una línea de negocio sobre energía renovable. De hecho, ya en el plan presentado para adquirir la antigua Factorías Vulcano, Argos incluyó “barcos supply (CTV) para la construcción y mantenimiento de parques eólicos marinos, en lo que el grupo ya tiene experiencia”. En Nuevo Astillero de Huelva hay unos 50 trabajadores en plantilla, según fuentes de la compañía.

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