BBVA reducirá a cero su exposición a actividades relacionadas con el carbón, dejando de financiar a empresas en esas actividades antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países en los que está presente. El grupo cerrará el grifo a clientes cuyas actividades basadas en este combustible fósil representen más del 5% de sus ingresos. Las empresas que superen este umbral solo podrán recibir financiación para proyectos de energías renovables y sostenibles.

La decisión, recogida en la actualización del Marco Medioambiental y Social de BBVA, está alineada con la propuesta del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), consistente en limitar la subida de las temperaturas a un máximo de 1,5 grados centígrados y con la ambición de conseguir una economía neutra en carbono en 2050, según anunció la entidad en un comunicado. Su presidente, Carlos Torres Vila, resalta que la sostenibilidad es “parte esencial” de la estrategia de BBVA, incluyendo la lucha contra el cambio climático, que considera “una de las mayores disrupciones a las que se ha enfrentado la humanidad”.

“Para lograr estas metas, es clave fomentar el uso de energías limpias y sostenibles frente a aquellas más contaminantes, como el carbón, que es el combustible fósil que más contribuye a las emisiones globales de CO2, con un 40% del total”, destacó Torres Vilas. El banco completará este hito a lo largo de 2021 con planes y objetivos de acompañamiento para aquellos sectores que, junto con el carbón, representan dos terceras partes de las emisiones globales de CO2, como son petróleo, gas, automoción, siderurgia, cemento y transporte.