Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Barreras reduce personal en Vigo mientras mantiene el “Evrima” parado en Santander

De las prisas a los brazos cruzados: Barreras ajusta plantilla en Vigo, espera en Santander

Cuando Hijos de J. Barreras aprobó el acuerdo de refinanciación, el 2 de febrero de 2020, acordó con la banca la transmisión del pedido 1705 a una sociedad externa, Aris Rosen SA.

El astillero anticipa vacaciones y canjea horas libres pendientes ante la falta de trabajo en Beiramar | Una docena de operarios realizan solo tareas de mantenimiento en el buque

El crucero ultrapremium Evrima, bautizado inicialmente como Azora, dejó de ser así un buque en construcción, propiedad de la atarazana, a ser un activo de un tercero. Quedó un fleco pendiente: ese cambio de dueño del barco no se trasladó al Registro de la Propiedad, por eso formalmente todavía constaba que el Evrima era de Barreras. Un error administrativo que permitió que dos auxiliares, hace escasas tres semanas, lograran fijar un embargo sobre el barco, como avanzó FARO, por el impago de facturas por importe de 80.000 euros. La dirección del astillero, de Cruise Yacht YardCo, podía haber esperado unos días a que la jueza del Mercantil le diera la razón. Porque la tenía: el crucero era de una sociedad externa, y así lo había subsanado en el Registro. Sin embargo, optó por consignar esos 80.000 euros y allanar así la inmediata salida de la embarcación rumbo a Santander. Ahora bien, sin tener garantizado ni el espacio ni los medios para continuar los trabajos pendientes, y a menos de 130 días para el viaje inaugural (24 de julio). Dejando además sin actividad su propio astillero, para lo que ya ha puesto en marcha medidas de ajuste entre sus trabajadores. Ahora mismo en el Evrima se están realizando únicamente labores de mantenimiento, a cargo de operarios propios y externos que ya realizaban las mismas tareas en el varadero de Beiramar.

 

El crucero estará en el dique seco 45 días, según el acuerdo con Astander

Para cuando se celebró la vista sobre el embargo, el miércoles 10, ya estaba en Vigo el remolcador Hispania, de Boluda. Para entonces, también, Barreras ya sabía que un ferri de 165 metros ocupaba las mismas instalaciones que necesitaba para pintar su Evrima: el dique seco de Astander. El buque Kalliste, de la naviera La Méridionale, llegó al puerto cántabro el 3 de marzo. Será sometido a una remodelación de cara a la campaña de verano, e incluirá mejoras en los equipos de propulsión, aguas de lastre o modernización del sistema de alarmas, como ha informado la propia compañía gala.

“Volverá a su ruta el 12 de abril”, publicó en sus redes sociales. Entre tanto, ni en la plantilla de Barreras ni en la industria auxiliar consta que se vayan a aprovechar estas tres semanas de espera para avanzar en la construcción del crucero, con trabajos que, en todo caso, como apuntan, “podían estar haciéndose en Vigo”. Dos empleados del astillero –estarán en Santander hasta el jueves–, de auxiliares y de la propia Cruise Yacht son los únicos inquilinos que tiene hoy el Evrima.

 

Según han apuntado diversas fuentes próximas a Barreras, la dirección no ha trasladado de momento a sus trabajadores la adopción de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), dado el periodo de inactividad que encaran sus instalaciones. Sí que ha procedido a la rescisión de contratos eventuales –en torno a 40, de acuerdo a las mismas fuentes–, así como a medidas de ajuste interno. Por ejemplo, con la anticipación de vacaciones y la liquidación de horas libres pendientes de disfrutar (por el sistema TxT, tiempo por tiempo). Como publicó este periódico, la empresa trasladó a sus trabajadores la imposibilidad de disfrutar del puente de carnavales –el martes era festivo en Vigo– para centrar todos sus esfuerzos en la preparación del towing plan (plan de remolque). Hasta aquella fecha, el crucero reunía a bordo a unas 160 ó 180 personas al día, de la propia Barreras y de la industria auxiliar. Los preparativos para el traslado a Santander, primero, y las pruebas de estabilidad, después, vaciaron el barco de casi todo el material adscrito a los trabajos de construcción.

El astillero anticipa vacaciones y canjea horas libres pendientes ante la falta de trabajo en Beiramar

El acuerdo entre el astillero vigués y Astander, de Grupo Astican, incluye una permanencia en dique seco de 45 días. Según pudo saber FARO, la fecha de salida del Evrima del drydock –la atarazana cántabra tiene dos, pero solo uno tiene cabida para un crucero de estas dimensiones– está fijada para el 15 de julio. Esto es, apenas nueve días antes de la fecha que The Ritz-Carlton Yacht Collection –marca comercial que explota Cruise Yacht YardCo– mantiene en pie para su primera travesía, entre Venecia y Atenas. La segunda, con partida el 31 de julio, sería entre la capital griega y Valletta, en Malta, donde está domiciliada la sociedad propiedad de Hijos de J. Barreras.

 

Las instalaciones del astillero vigués no habían quedado inactivas desde la entrega del flotel Reforma Pemex, en septiembre de 2016. Las dos gradas están ocupadas por un proyecto embrionario, el de los dos cruceros para Havila Kystruten. Barreras trasladó a las auxiliares, y repitió a FARO, que su intención pasa por desguazar uno de ellos (con 16 bloques ensamblados), y sellar y botar el segundo (con 19). No figura en el plan de viabilidad, con el que la empresa ha solicitado fondos públicos a la SEPI y Xunta por importe de unos 38 millones de euros. Eso sí, y según su CEO, José Rosado, también el futuro de los restos de Havila depende de la eventual entrada de este dinero, que ha de sufragar “costes de estructura”.

 Dos atarazanas, dos realidades contrapuestas

Muelles colmados en Santander; en Vigo, vacíos

El ferri Kalliste, de la naviera francesa La Méridionale, será sometido a trabajos de remodelación de cara a la campaña estival. Ocupa ahora el mismo dique seco en el que se pintará el crucero de Barreras, y no retomará sus rutas hasta el 12 de abril.

El ferri Kalliste, de la naviera francesa La Méridionale Alba Villar

En Vigo, mientras tanto, el varadero arroja una imagen desconocida desde octubre de 2018, cuando se botó el Evrima.

El varadero de Barreras, vacío. Alba Villar

Compartir el artículo

stats