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Cambio de hábitos

La pandemia lastra al producto bio y ecológico

Las expectativas existentes antes de la pandemia se han recortado, aunque el sector de la distribución augura una pronta recuperación

La pandemia lastra al producto bio y ecológico.

La conciencia ecológica y el mantra de la sostenibilidad medioambiental ganan protagonismo. Pero la pandemia ha frenado el desarrollo de las ventas de productos ecológicos y bio en el comercio alimentario al suponer en términos generales un incremento de precios que los consumidores no están siempre dispuestos a asumir. Los expertos de la consultora Kantar reconocen que el apoyo teórico del consumidor al producto ecológico y a la sostenibilidad choca en la práctica con sus decisiones de compra efectivas. Según sus encuestas, el 85% de los consumidores se muestran partidarios de los productos eco o de proximidad, pero solo el 57% admite estar dispuesto a pagar más por ellos. 

Los supermercados cooperativa son una vía novedosa en el desarrollo de formas de comercialización de este tipo de productos (como Supercoop, en Manresa, o La Osa, de Madrid), pero su impacto en el sector es pequeño. La venta directa de los agricultores, tanto 'on line' como a través de la comercialización directa en pequeñas tiendas, también crece y es una alternativa de gran proyección en el futuro. Un ejemplo es Caltrilla, modelo de pequeño comercio tradicional emergente en tiempos de caída de precios de alquileres a pie de calle y culto a la proximidad (tanto física como emocional). Es un modelo de integración vertical, de tener campos en El Prat a tener tiendas en la ciudad. Otro ejemplo pero de mayor dimensión es Ametller Origen, que gestiona toda la cadena de valor desde el campo a la tienda (y hasta productos elaborados listos para su consumo). 

El gran motor del cambio de hábitos es el creciente culto al producto ecológico. Pero la pandemia ha frenado el desarrollo. La consultora Nielsen calcula que los productos eco suponen solo en torno al 1% del volumen de productos de gran consumo en España. Pese a que se asegura que las ventas crecieron el año pasado en torno al 17% (informe Ecovalia), lo cierto es que la pandemia ha frenado las expectativas y los consumidores son más sensibles al precio. El producto ecológico es todavía un 25% más caro que su equivalente en calidad y las expectativas de crecimiento no se han cumplido. 

Mercabarna inauguró en el 2020 el primer mercado mayorista de productos frescos ecológicos de Europa con la idea de que España tenía un consumo per cápita de productos de ese tipo muy por debajo de otros países europeos. Mientras en España la encuesta FiBL-AMI apuntaba a que ese indicador de consumo se situaba en unos 46 euros por habitante al año, el país a la cabeza del ranking, Dinamarca, anota 321 euros. El décimo es Bélgica, con un gasto por persona de 61 euros al año. La cuota de mercado de los productos ecológicos es del 1,69% en España, según esa misma fuente, frente al 11,5% en Dinamarca o el 3,2% de Italia o el 3% de Bélgica (el décimo en el ranking europeo). El escaso peso de España en términos de consumo contrasta con el hecho de que es el primero de la clasificación en Europa en términos de producción y el cuarto mundial. Pero en 2018 España era uno de los países de Europa con mayor crecimiento del mercado, del 13%, y se auguraba una gran revolución bio. 

Menor gasto disponible

Mercabarna es el primer mercado mayorista de productos bio de España pero ha constatado que esas expectativas de crecimiento exponencial no se han cumplido. Se aspiraba a captar el 20% del negocio total de frutas y hortalizas ecológicas comercializadas en Cataluña en 2021. Se esperaba ganar peso entre los pequeños comercios locales y los restauradores y que un mercado mayorista debía facilitar la distribución de productos y dar estabilidad a los precios mediante el aumento de la competencia. Pero entre el menor gasto disponible de los consumidores y los cierres por pandemia de bares, restaurantes y hoteles, las ventas han sido menores de lo esperado, según fuentes de Biomarket. Sí que ha sorprendido que las ventas fuera de Cataluña e incluso en el extranjero han sido superiores. En cuanto la pandemia remita, el Biomarket de Mercabarna prevé asumir los crecimientos esperados.

Pese a estas barreras a la expansión, lo cierto es que algunas cadenas de distribución han logrado encontrar las vías para comercializar los productos eco con mayor éxito que sus competidores. Una de ellas es Aldi, que segura que un 24% de las cestas de la compra en sus establecimientos incorporan algún producto ecológico. Kantar detecta que el 'discount' alemán es una de las enseñas con mayor fidelidad en la categoría de producto eco, con una cuota de mercado a nivel estatal del 11,7%. La clave para este éxito relativo ha sido ofrecer los productos a precios más bajos, introducir la marca blanca en la categoría y líneas de producto completas. Otras firmas tradicionalmente relacionadas con el producto ecológico también afianzan su posición. Es el caso de Veritas, con una cuota de mercado en productos ecológicos del 24,8% en Catalunya y del 9,5% en España en el 2020. La venta directa de los productores al consumidor, tanto 'on line' como en tiendas tradicionales, es otra vía de expansión del producto eco y más en el caso de frutas y verduras. El caso de Caltrilla antes nombrado es uno de tantos. Dado que el 62% de los consumidores se han iniciado en este tipo de productos en los últimos cinco años y que la producción ecológica en todo el mundo ha crecido un 546% en los últimos 21 años (97.000 millones de euros de facturación), los analistas siguen apostando por un crecimiento decidido de los productos bio y eco en cuanto la pandemia remita. 

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