La endiablada crisis global de semiconductores (microchips) ha forzado a la dirección de Stellantis Vigo (antes PSA-Vigo) a tomar una decisión drástica: la suspensión temporal del turno de fin de semana del Sistema 2, que ensambla los comerciales ligeros (furgonetas). La dirección de la planta lo ha trasladado al comité de empresa en una cita urgente, así como la creación de una comisión negociadora para "abordar el proceso de reestructuración". La producción se reanudará "en cuanto la situación lo permita". Son 700 personas las empleadas en este cuarto turno, preferentemente con contratos eventuales o de carácter parcial.

Los sindicatos han reclamado a la empresa que respete los contratos en vigencia, y que los trabajadores que no puedan completar el suyo tengan preferencia a la hora de realizar nuevas contrataciones. De acuerdo a las mismas fuentes, la dirección de la factoría de Balaídos ha asegurado que no se finalizarán contratos, aunque en todo caso el escenario quedará determinado por las negociaciones con la parte social, que arrancarán este fin de semana.

En un informe elaborado por el Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga), con datos de IHS Markit, apunta que “las últimas previsiones apuntan a un nuevo retraso para la estabilización y solución de la crisis hasta mediados de 2022, y con efectos que pueden llegar hasta 2023”. No será hasta el tercer trimestre del año que viene cuando se espera “cierta estabilización” en el suministro de este componente.