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La sequía de nuevos parques se lleva 1.000 empleos en la éolica de Galicia

EGA pide “un gran pacto social” por la transición energética

Parque eólico en la Serra do Candán. // Bernabé

Como el resto de las factorías de componentes que en algún momento abastecieron a la eólica desde Galicia, la planta de Vestas en Viveiro, con 115 operarios, se puso en pie en la época dorada del sector, cuando el resto de España miraba a la comunidad para aprender a exprimir el negocio del viento. Tiene 22 años. Y no cumplirá más. La compañía anunció el pasado martes que el tipo de aerogeneradores que hace, de 2 megavatios (MW) de potencia, están obsoletos. La misma razón que Siemens Gamesa dio a principios de año para echar la persiana a su fábrica de palas en As Somozas tras 23 años también de actividad y 214 trabajadores.

Ni la una ni la otra ocultaron su interés por aligerar costes. Son “mayores a los de otras fábricas”, esgrimió Siemens Gamesa, mientras Vestas apuesta claramente por la externalización con refuerzos en los “acuerdos con socios especializados de su cadena de suministro”. El problema, según la patronal eólica gallega, es que no hay carga de trabajo. “Siempre lo dijimos y hemos sido muy coherentes. Se necesita una media de 400 o 500 megavatios anuales para mantener la industria auxiliar en Galicia”, asegura Manel Pazo, presidente de la Asociación Eólica de Galicia (EGA), que alerta de la pérdida de un millar de empleos en el sector en el último año y medio.

Ninguno en obras

Parecía que tras los años de dolor por la reforma energética que dejó a la eólica sin primas por su contribución a la lucha contra el cambio climático el sector resucitaba, impulsado por la apuesta global por la transición energética. Las solicitudes de parques se han disparado. En Galicia, como adelantó FARO, hay más de 9.000 MW con conexión a la red eléctrica autorizada, pero lo cierto es que en este momento “no se está construyendo ninguno”.

Manel Pazo, presidente de EGA. // Xoán Álvarez

Después de ese parón de casi una década se levantaron 400 MW y unos 100 desde que empezó la pandemia. Hay 41 parques con 1.163 MW en tramitación en la Xunta y 33 con 2.700 MW en el Ministerio para la Transición Ecológica porque superan los 50 MW. A la mayoría de estos últimos, como recuerda EGA, el ejecutivo autonómico se está oponiendo porque están fuera de las áreas reservadas para aerogeneradores, aunque la propia Xunta –que en los dos últimos años aprobó solo 10 declaraciones ambientales que suman 200 MW y 12 autorizaciones administrativas para 250 MW– se reservó por ley el derecho a autorizar instalaciones fuera de ellas.

"Siempre hemos sido coherentes. Se necesitan entre 400 y 500 MW al año para mantener la industria auxiliar"

Manel Pazo - Presidente de EGA

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Los promotores contraponen estas “cantidades claramente insuficientes” a “la oposición sistemática a la energía eólica” por parte de “algunos”. “La sociedad gallega necesita un gran pacto social por la transición energética y que se incluya tanto la eólica terrestre como en el mar”, reclama Pazo.

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