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El acuerdo sobre la tasa Google salva al calzado de los aranceles en EE UU

Los productores de la provincia se jugaban alrededor de 150 millones en exportaciones al que es su primer mercado fuera de la UE. El pacto permitirá a España y otros cuatro países europeos mantener el tributo de forma transitoria hasta 2023

Expositores en la feria de Futurmoda de compenentes de calzado que se celebra estos día en IFA.

Los fabricantes de calzado de la provincia ya pueden respirar tranquilos. La subida de aranceles de hasta 25% puntos con la que Whasington amenazaba al sector nunca llegará a aplicarse, después de que Estados Unidos, España y otros cuatro países europeos anunciaran ayer un acuerdo para la sustitución de la denominada tasa Google -con la que estos estados gravan la actividad de las grandes multinacionales tecnológicas en su territorio-, por el nuevo tipo mínimo del Impuesto de Sociedades a nivel global que se ha pactado en el seno de la OCDE. Un tipo mínimo que también supondrá un reparto de la recaudación entre los diferentes países donde operan las multinacionales. En realidad, lo que se ha acordado es la forma en que se realizará la transición desde estos impuestos estatales hasta la nueva tributación global, y que supondrá que España, Francia, Italia, Austria y Reino Unido podrán seguir cobrando la tasa Google hasta 2023, cuando se sustituirá por lo acordado en la OCDE. En este tiempo, se realizarán una serie de cálculos para evitar que estos impuestos nacionales a las tecnológicas superen lo que les correspondería pagar con el nuevo tipo mínimo del Impuesto de Sociedades. Pero lo más importante es que, gracias a este acuerdo, Estados Unidos ha aceptado suspender la subida de aranceles que había aprobado para toda una serie de productos de estos países, en represalia por los supuestos perjuicios que la tasa Google ocasionaba a sus multinacionales. En España, el principal damnificado era el calzado, que hubiera visto incrementado el gravamen que paga por pasar la aduana en este país en 25 puntos, es decir, del 10% al 35%. Una subida que, según los empresarios, hubiera dejado fuera del mercado al producto español al no poder competir en precio con otras zonas productoras.

Cancelación de pedidos

La simple amenaza de la imposición de estos aranceles provocó la cancelación de hasta el 25% de los pedidos la pasada primavera y amenazaba la continuidad de numerosas firmas, especialmente de la zona de Elda, que tenían en Estados Unidos su principal mercado. En concreto, antes de la pandemia las exportaciones españolas de calzado a Norteamérica sumaban unos 225 millones de euros anuales, de los que 150 millones salían de las fábricas del Vinalopó, de acuerdo con los datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX). Una cifra que se redujo más de un 30% con la pandemia y que este año empezaba a recuperarse. Estados Unidos es el mayor destino de los fabricante españoles, fuera de la UE. En total, desde la patronal del sector, FICE, calculan que unos 1.500 empleos dependen de las fábricas directamente de las fábricas que tienen en Estados Unidos su principal mercado, a los que hay que sumar otros 5.000 puestos de trabajo indirectos. Pese a las protestas del sector, el pasado mes de junio la comisión de comercio estadounidense confirmó la imposición de estos nuevos aranceles, aunque concedió una prórroga de 180 días en su aplicación, que finalizaba el próximo 29 de noviembre, una fecha que pendía sobre los fabricantes como una auténtica espada de Damocles que les impedía trabajar con normalidad con sus clientes. La movilización del sector había llevado a que incluso el Parlamento Europeo urgiera a llegar a un acuerdo para evitar daños irreversibles, un posicionamiento liderado por la eurodiputada española Inmaculada Rodríguez-Piñero. «Este resultado es la prueba de que el diálogo siempre es la vía para resolver los problemas. El calzado no debía pagar las consecuencias de la reforma de un sistema fiscal injusto que beneficia a las grandes tecnológicas», apuntó ayer la eurodiputada, tras conocer la noticia. En la misma línea se expresaba la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, que, junto a la de Industria, Reyes Maroto, es quien ha llevado el peso de estas negociaciones. «Se trata de un acuerdo muy positivo que proporciona seguridad jurídica y certidumbre a nuestro tejido productivo al garantizar que no habrá barreras comerciales a la entrada de productos españoles en el mercado estadounidense», apuntó Montero, que recordó que el Gobierno se había comprometido a retirar la tasa Google cuando hubiera un acuerdo internacional.

Reacciones de Marián Cano y Rubén Alfaro

Como no podía ser de otra forma, la presidenta de la Federación de Industriales del Calzado de España (FICE), Marián Cano, mostró ayer su «satisfacción» y «alivio» por el acuerdo que salvará al calzado de los nuevos aranceles en Estados Unidos. «Esto nos va a permitir trabajar con normalidad en un mercado que es muy importante para el sector»», recalcó Cano, que recordó la intensa actividad realizada desde la organización para implicar a todas las administraciones en la defensa de sus intereses. Al respecto, la presidenta de FICE destacó que el pacto incluso abre una oportunidad para el sector, ya que las dificultades en el tráfico marítimo entre Asia y Estados Unidos pueden propiciar un mayor volumen de pedidos a las empresas de la provincia, según la también presidenta de Avecal. Y todo esto en un mercado donde el consumo se ha recuperado mucho más rápido que en Europa y donde el par exportado es el de mayor precio de todos los destinos donde se dirige el calzado español. En concreto, con una media de 42,4 euros por par, frente a la media de 17,6 euros del producto que se envía a otros países.

Por su parte el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, la calificaba de "excelente noticia para un sector fundamental en la actividad económica de Elda, de la comarca y de toda la provincia como es el calzado y la industria auxiliar. Durante los últimos meses hemos vivido momentos de una incertidumbre enorme porque a los efectos de la crisis sanitaria se sumó la amenaza de los aranceles por parte de Estados Unidos”. Para Alfaro “esta amenaza, que suponía aumentar hasta en 25 puntos los aranceles al calzado español, estuvo sobrevolando durante mucho tiempo sobre el futuro de nuestra industria, pero poco a poco se ha ido encarrilando la situación, especialmente cuando se impuso el diálogo y el Parlamento Europeo, a través de una iniciativa liderada por el eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero, insistió en la necesidad imperiosa de llegar a un acuerdo en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos”. Por último el alcalde de Elda ha señalado que "la exención de los aranceles en EE UU y la paulatina superación de la crisis sanitaria dibujan, sin duda, un horizonte más esperanzador para el calzado eldense en un contexto que sigue siendo complejo por el incremento de los costes energéticos y de las materias primas, pero en el que nuestra industria puede salir beneficiada por los problemas logísticos y de transporte marítimo con Asia”.

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