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La filial gallega de los dueños de Albo rebasa los 12 millones en ventas en su año de debut

Estelas Trading importa túnidos en Asia para abastecer fábricas españolas | Prevé reducir la dependencia de la conservera, que supera el 20% de cuota de mercado en los súpers

Estado actual de las obras de construcción de la futura planta de Albo, en la Plisan. RICARDO GROBAS

Bright Food es un enorme conglomerado alimentario con sede en Hong Kong. Es, entre otras, cabecera de Shanghai Fisheries General Corporation. Al usuario gallego de a pie le sonará una subsidiaria de esta última, Shanghai Kaichuang. Es la misma que pagó, hace cinco años, 61 millones de euros por la conservera viguesa Hijos de Carlos Albo. Con la clase media china en aumento, entre los objetivos de Bright Food está el de incrementar la importación de “alimentos de alta calidad” para la red de distribución del país, incluidos sus propios supermercados. Es una tendencia imparable, por eso China ha dejado de ser ya, como publicó FARO, la primera exportadora mundial de pescado y derivados. Lo que producen, ya elaborado, lo necesitan para sí. Albo encaja a la perfección en esta dinámica: tiene productos con valor añadido, está próxima a estrenar una macrofábrica –con capacidad para producir 100 toneladas al día– y pretende aumentar su cuota de mercado exterior, también en China. En este contexto se enmarca la decisión de constituir una filial trader, Estelas Trading, que cerró su primer año con más de 12 millones de volumen de negocio. Y pese al COVID.

La mercantil, 100% participada por la conservera, se creó en noviembre de 2019 para “establecer un canal comercial bidireccional” con China. “Con el fin de satisfacer la demanda interna de productos de calidad –informó la compañía a la bolsa de Shanghái–, se continúa con la estrategia de expandirse”. Estelas Trading ingresó 12,38 millones, y obtuvo un resultado neto de cerca de 311.000 euros. Menos de la mitad de su facturación fue intragrupo, y aspira a seguir rebajando su dependencia de la matriz con ventas a otros clientes por importe de 12 millones de euros este año, como figura en sus cuentas. Supondría un incremento superior al 40% en este tipo de ventas.

En su año de estreno, la clientela de esta sociedad fueron empresas nacionales, sobre todo gallegas, y las ventas netamente exteriores. “Ha conseguido contrato de suministro con importantes compañías del sector pesquero y productivo, situándose las expectativas de crecimiento para el próximo año por el mantenimiento de clientes y aprovechando la expansión en el mercado de los túnidos en Europa”.

Sus conservas se venden en portales online como Tmall, Pindoduo o JD

Entre los contratos suscritos por Estelas Trading figura un acuerdo con la cadena Guang Ming, también del grupo Bright Food, y las conservas de Albo se venden asimismo en potentes cadenas online como Tmall, Pindoduo o Jingdong, suman más de 1.500 millones de usuarios activos al mes. “La entrada de conservas de Albo en la red (minorista, en los súpers) nace de la intención de la empresa de construir una cadena industrial desde la mar al mercado, optimizando la estructura de consumo de los productos nacionales”, destacó Shanghai Kaichuang en su última memoria anual.

Con todo, aún es el mercado español el que sostiene los ingresos de la histórica compañía (sus orígenes se remontan a 1869). Durante el ejercicio de la pandemia redujo sus ventas internacionales, y pasó de 95 a 89,3 millones de euros en ingresos. El peso de la facturación en el continente asiático es todavía residual. En lo que no ha aflojado Hijos de Carlos Albo es en la cuota de mercado en la red minorista, que ha crecido hasta un 21,1%. El grupo “no compite” en los segmentos low cost.

Shanghai Kaichuang tiene megaarrastreros –ha contado con algunos supervivientes de la serie Vigo, construidos en Vulcano y Naval Gijón a principios de los noventa–, cerqueros congeladores y buques frigoríficos (reefer).

Ejecutará en 2022 la compra sobre los terrenos de la Plisan

Las obras de construcción de la nueva planta de Albo, en la Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves (Plisan), avanzan a buen ritmo. Adjudicadas por 16,2 millones de euros a Dragados, las instalaciones estarán listas para mediados del año próximo. La planta costará 30,4 millones de euros –la inversión propia del grupo será de 25,25 millones, como desveló este periódico– y se ejecutará en un terreno de 62.979 metros cuadrados. El pasado noviembre, tres meses antes del inicio de los trabajos de este proyecto, la compañía formalizó el derecho de superficie con opción a compra, derecho que prevé ejecutar el año que viene, como consta en la memoria anual de Hijos de Carlos Albo.

La fábrica tendrá 19.300 metros cuadrados de planta y creará al menos 25 empleos, adicionales a los casi 250 que ya conforman la plantilla de la conservera. Las instalaciones contarán con talleres de procesado, enlatado y esterilización, además de zonas de empaque. Dispondrán asimismo de espacios para almacenamiento frigorífico, almacén o área de oficinas. En la firma de escrituras con la Autoridad Portuaria de Vigo, Zona Franca y Xunta, la modalidad elegida permite que la empresa acceda al suelo pagando un canon anual del 1,5% del precio de la parcela durante los dos primeros años, del 2,5% el tercer y el cuarto año y del 3,5% a partir del quinto. De los 25,25 millones que abonará el grupo por la factoría, la obra civil completa y el resto de instalaciones supondrán 17,35 millones de euros, mientras que la maquinaria y los equipos de producción supondrán 4,37 millones.

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