Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

¿Por qué ciertas gasolineras de Galicia son más baratas?

¿Acudir a una gasolinera más barata tiene consecuencias? MARTA G. BREA | Ricardo Grobas

El alza del precio del combustible hace que cada día sean más conductores los que sopesen acudir a una gasolinera de bajo coste. En Galicia, suponen un 5 % del total, y en Pontevedra las solicitudes, 19, ya superan la oferta actual. En un escenario de comparación económica, siempre surge la misma duda: ¿por qué ciertas estaciones son capaces de vender más barato el diésel y la gasolina? ¿Son fiables estos carburantes?

Esta clase de gasolineras, llamadas automáticas, desatendidas, fantasma o de bajo coste -'low cost'-, deben cumplir una serie de requisitos específicos para adquirir su licencia, aunque Galicia ha vivido un bum de este tipo tipo de servicio desde este año tras ser declarada como zona libre, con la consecuente agilización de los trámites. Así mismo, la Ley de Hidrocarburos del 2013 marcó un antes y un después a nivel nacional, dando paso a las marcas blancas frente a las grandes compañías.

“Hemos apreciado diferencias de hasta 13 céntimos por litro. Es lógico que la gente se plantee esta opción”

Miguel López - Secretario general de la Unión de Consumidores de Galicia (UCGAL)

decoration

La clave del negocio de estas empresas radica en varios factores, todos ellos relacionados con el abaratamiento de costes, desde el propio combustible hasta las instalaciones donde colocan sus surtidores. Según un reciente estudio de la OCU, cada particular podría ahorrarse unos 250 euros al año si opta por esta vía de repostaje. “Hemos apreciado diferencias de hasta 13 céntimos por litro. Es lógico que la gente se plantee esta opción”, afirma el secretario general de la Unión de Consumidores de Galicia (UCGAL), Miguel López, en un reportaje publicado hoy por FARO.

Así, muchas de las gasolineras de bajo coste carecen, por ejemplo, de empleados; están situadas, generalmente, en suelo rústico, a las afueras de los núcleos poblaciones, como polígonos industriales, por lo que la estructura es más económica -otras están en centros comerciales y usan la marca de la grande superficie como reclamo a través de descuentos-; y las hay que no disponen de zonas de aseo, de lavado de vehículos, de inflado de ruedas o de tiendas de comestibles, amén de su mantenimiento, que en ocasiones es más deficiente.

Por otro lado, en cuanto al propio carburante, algunas de estas estaciones cuentan únicamente con los combustibles más simples y, lo más reseñable, estos no incluyen aditivos.

La diferencia de los combustibles radica en la incorporación de ciertos compuestos que podrían mejorar su rendimiento

¿Es peor el carburante de las 'low cost'?

En realidad, es diferente. Para empezar, la seguridad de todos los surtidores del país está supervisada bajo lupa por la Entidad Nacional de Acreditación. En segundo lugar, todas las marcas recogen el carburante del mismo punto, de los centros CHL -Compañía Logística de Hidrocarburos-, por lo que cuenta con la misma calidad. Entonces, la diferencia radica en la incorporación de ciertos compuestos, los aditivos, que podrían mejorar el rendimiento del mismo facilitando la inyección a través de su efecto detergente y anticorrosivo, y que incluso podrían mudar el olor del diésel.

Compartir el artículo

stats