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La economía de Galicia ralentiza su recuperación a pesar del tirón del verano por el turismo

El PIB regional avanzó un 3,2% en el tercer trimestre, medio punto por encima del conjunto del país, pero con la industria ya frenada

Turistas en verano en Vigo con una escala doble de cruceros. // Pablo Hernández Gamarra

La economía se encomendó al verano para dar otro suculento salto hacia la recuperación. Fue una temporada estival muy diferente a la de 2020, cuando todavía estaban en vigor parte de las restricciones impuestas en la primera ola del coronavirus. Pero ni el aluvión de visitantes en muchos de los epicentros del turismo de la comunidad permitió cumplir las esperanzas. El Producto Interior Bruto (PIB) regional avanzó un 3,2% durante el tercer trimestre del año, frente al 16% de incremento anual entre abril y junio, una diferencia muy condicionada por la comparativa con el peor momento para la actividad del ejercicio pasado, en pleno confinamiento. Lo que sí se repite es la importante resiliencia que el tejido productivo de la autonomía está mostrando desde que arrancó la crisis sanitaria por la menor dependencia del turismo extranjero y el mayor peso de industrias tan básicas como la alimentación. La economía gallega fue de las que menos se resintió en 2020 y en el periodo de junio a septiembre creció medio punto más que el PIB del conjunto del país.

Hasta ahora, el cambio de tendencia en el PIB regional tras dejar atrás los grandes desplomes provocados por el shock del COVID-19 se debía casi en exclusiva a la demanda interna. Ahora no. Su aportación es de 1,4 puntos por la combinación de un incremento del 1,5% del consumo de los hogares, un 4,6% de alza en el gasto de las administraciones públicas y una caída del 3,3% de la formación bruta de capital. El indicador que recoge la inversión de las empresas vuelve a terreno negativo tras la subida del 16,5% del segundo trimestre del año, según el balance publicado ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE). El resto del rebote del PIB gallego viene de la demanda externa, un 1,8%.

Servicios vs Construcción

Solo el sector servicios tuvo un mejor comportamiento que en el verano del año pasado. Su contribución al PIB se elevó un 5,1%, con el comercio, el transporte y la hostelería en cabeza (13,6%). La cuota de las actividades de la administración pública sigue fuerte (3,8%) y se mantiene la remontada de otro de los sectores peor parados en la pandemia, el del arte y el ocio (3,8%). Finanzas y seguros crecieron un 2,6%; un 1,1% información y comunicaciones; y un 0,5% las actividades inmobiliarias. Las actividades profesionales, en cambio, retrocedieron un 2,2%.

La mayor caída en el tercer trimestre del año llega desde la construcción, que se dejó un 5,6%. Bajan también la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca por encima del 2%. Y se frena la industria, lastrada por los cuellos de botella de las materias primas y el colapso de la logística mundial. El recorte fue del 0,2% en general y del 0,5% en el caso concreto de las manufacturas.

El empleo muestra más fortaleza que el PIB después de un incremento del 4% en puestos de trabajo a tiempo completo (1,030 millones, unos 39.300 más que entre junio y septiembre de 2020) y del 4,2% entre los asalariados (870.600).

Cifras del PIB


Comercio, transporte y bares

Son las actividades que mejor comportamiento tuvieron en Galicia durante los meses de junio, julio y agosto

Más empleo que en 2020

Los puestos a tiempo completo crecieron un 4%.

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