El impacto de la IA llegará más tarde a la industria gallega por su no robotización

Para Gradiant, la comunidad puede “adelantar” a las regiones punteras en “hardware” si es capaz de generar talento basado en el “conocimiento” de esta nueva tecnología

Profesionales del centro tecnológico gallego Gradiant, en sus instalaciones de Vigo.

Profesionales del centro tecnológico gallego Gradiant, en sus instalaciones de Vigo. / ALBA VILLAR

Del 2 de mayo de 2023 al pasado 26 de septiembre se registró un terremoto de 148 días que hizo tambalear los cimientos de la mayor industria cinematográfica del mundo. Los guionistas de Hollywood, amparados bajo el potente sindicato Writers Guild of America (WGA), escribieron uno de los capítulos más reivindicativos de la historia reciente del audiovisual estadounidense, y una de las cosas que les llevó a hacerlo con tal ímpetu –dejando la pluma a un lado y alzando su voz durante meses– fue la intromisión de la inteligencia artificial en su sector. No en vano, la llegada de esta nueva tecnología se percibió desde el minuto uno como una amenaza para su labor; la creación literaria, y sobre todo humana, se vio de golpe intimidada por el potencial de las máquinas. Los autores lucharon por regularla, para garantizar que no precarizase su oficio, y lo consiguieron. Entre otras cosas para poder utilizar la IA en sus textos, pero también para que ésta no pueda redactar en exclusiva obras originales.

El ejemplo citado sirve para ilustrar lo que recoge un nuevo informe del Observatorio de Tendencias Educativas e Innovación del eLearning Innovation Center (eLinc) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que anticipa que uno de cada cuatro puestos se deberá reestructurar a lo largo del próximo lustro como consecuencia del imparable avance de esta disruptiva ciencia de la computación. Desde Galicia, no obstante, el gerente de Gradiant, Fernando Jiménez, apunta que su impacto se demorará por la “menor robotización” del tejido productivo de la comunidad.

“Los oficios que más se van a ver afectados son aquellos con tareas muy repetitivas y que no generan valor añadido”, incide el experto. En el caso de la autonomía, explica, “el hecho de que la industria gallega no esté tan robotizada como en otras CC AA supone una ventaja ya que el impacto de la IA se producirá más tarde, lo que abre una oportunidad para adelantar a estas regiones que hasta ahora venían ganándonos a nivel tecnológico”.

El estudio catalán, a cargo de la analista Desirée Gómez, concluye que la inteligencia artificial llegará para revolucionar multitud de puestos en tres niveles: los que aparecerán, relacionados con esta nueva tecnología; los que se reciclarán, absorbiendo conocimientos vinculados a esta materia; y los que desaparecerán, siendo los que están más expuestos a este peligro “los relacionados con la automatización de procesos industriales y de vigilancia”, así como “muchas tareas relacionadas con el procesamiento de textos, la entrada de datos o la programación”.

Artesanía frente a la industrialización "pura y dura"

A ojos de Jiménez, todavía es muy aventurado pronosticar el grado de afección que tendrá la IA en estos campos, pero de lo que está seguro es que en el caso de los profesionales TIC no habrá problema ya que la demanda es muy grande. Asimismo, insiste en que el sistema productivo de Galicia, a rasgos generales y obviando casos particulares de empresas que sí están muy industrializadas, “no está basado en una industria con actividades muy repetitivas”. “Es más cercano a la artesanía que a la industrialización pura y dura”, remarca.

“Tenemos la oportunidad ahora mismo, incorporando talento, de saltarnos un paso y adelantarnos a todas esas comunidades que nos llevaban la delantera en industrialización. Todo va a depender más de la incorporación de talento menos basado en hardware, digamos, y más basado en el conocimiento”, matiza el gerente de Gradiant.

En Galicia, según los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), el porcentaje de compañías de más de 10 trabajadores que emplean especialistas TIC asciende al 11,8% frente al 16,4% del promedio de España. Para Jiménez, el hecho de ser capaces de generar valor añadido será lo que permita a estas firmas sobreponerse a los efectos de la inteligencia artificial e incluso aprovecharla en su beneficio. “Es como sucederá en Hollywood”, agrega: “En los próximos años es posible que se generen muchas series utilizando la IA, pero a largo plazo los usuarios acabarán identificándolas y apreciando aún más los guiones talentosos”.

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