El juez Villares pide apartarse de un caso de anulación de parque eólico por su pasado político

El ex líder de En Marea admite su oposición expresa al proyecto Sasdónigas durante su etapa como diputado 

Luis Villares en una imagen de archivo.

Luis Villares en una imagen de archivo. / Óscar Corral

Julio Pérez

Julio Pérez

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anuló a finales de 2020 la autorización definitiva de la Xunta al parque eólico Sasdónigas impulsado por Norvento en el concello de Mondoñedo por razones muy similares a las que están llevando a la sección tercera de la Sala de lo Contencioso-administrativo a suspender cautelarmente casi una treintena de proyectos. En aquel fallo, el TSXG echaba en falta informes sectoriales para hacerse una idea de todo el impacto ambiental del complejo de aerogeneradores y dio por hecho que se trataba de una fragmentación “artificial” respecto a otro proyecto. Para entonces, el parque llevaba funcionando ya casi un año y cuatro cuando llegó la sentencia definitiva del Tribunal Supremo, que rechazó los recursos de la promotora y la administración autonómica.

Desde que el alto tribunal confirmó la nulidad de los permisos en febrero de 2022 están pendientes varias sentencias de ejecución de la nulidad. Luis Villares, uno de los jueces de la sala y ex líder de En Marea, ha pedido abstenerse y no participar en resoluciones relativas a esa ejecución porque en su etapa como diputado en el Parlamento gallego fue expresamente crítico con el parque.

En una comunicación del TSXG, Villares recuerda que en esos años “recibió y mantuvo reuniones con un colectivo de afectados por el proyecto de construcción de las instalaciones de Sasdónigas”. Hizo, señala él mismo, “manifestaciones públicas de respaldo a los motivos que, en concreto, ese grupo sostenía en ese procedimiento”. El magistrado es puntilloso a la hora de ceñir su posición a ese caso en concreto porque desde el sector eólico se le señala como impulsor de la oleada de suspensiones cautelares de parques por su visión supuestamente contraria a la eólica. Villares señala que lo de Sasdónigas es una excepción, “a diferencia de otras ocasiones en las que sus manifestaciones respeto a la política energética tenían un carácter general encuadrable en la crítica política”.