De cara a la vuelta al cole, Clínica Villoria ha puesto en marcha una Campaña de Concienciación sobre los riesgos de la miopía infantil y la importancia de controlar y frenar el crecimiento de la miopía en niños. Es la clave para evitarles graves problemas que pueden acabar en baja visión e incluso en la ceguera cuando sean adultos.

Es aconsejable llevar el niño al oftalmólogo a los 3 años y después anualmente durante la etapa escolar

Aunque no haya ninguna señal aparente de alarma, el inicio del nuevo curso es un momento idóneo de plantearse la visita al oftalmólogo, que es el especialista más adecuado para detectar cualquier patología ocular en retina, córnea, etc., y alteraciones en la vista como la miopía, hipermetropía y astigmatismo. No hacerlo trae como consecuencia disminución del rendimiento escolar y riesgo de graves problemas de visión a largo plazo.

Clínica Villoria cuenta con la primera Unidad especializada en miopía infantil de Galicia

La epidemia de la miopía

La anomalía que se detecta con más frecuencia en niños y jóvenes es la miopía. Se habla de la pandemia de la miopía porque cada día hay más niños miopes y aparece a edades más tempranas. Afecta al 20% de los menores de 18 años y está aumentando en todo el mundo con la previsión de que en 25 años la mitad de la población será miope. La actual pandemia por coronavirus ha contribuido a que la miopía se haya disparado aún más. La causa no es el virus, sino que la miopía progresa más por la insuficiente exposición a la luz solar por las pocas horas de actividades al aire libre. 

Frenar el avance de la miopía en los niños evita graves problemas de visión en los adultos

El ojo miope ve mal de lejos pero bien de cerca porque crece excesivamente en longitud, lo que hace que aumenten las dioptrías y se debilite la retina aumentando el riesgo de graves problemas de visión a largo plazo. La miopía aparece durante la infancia y empeora, a mayor o menor ritmo, durante todo el período de crecimiento del niño, siendo mayor la progresión entre los 8 y 12 años. Si un niño es miope antes de los 6 años, muy probablemente progresará más de lo habitual, por lo que habrá que comenzar su tratamiento cuanto antes. 

Debemos controlar la progresión de la miopía en niños y jóvenes si queremos evitarles graves complicaciones en su vida de adulto. Debe de hacerse cuanto antes mejor, y es que la miopía que progresa y llega a ser una alta miopía de más de 6 dioptrías, conocida como Miopía Magna, es una enfermedad con alto riesgo de complicaciones que pueden acabar en baja visión y en la ceguera por desprendimiento de retina y daño en la mácula, glaucoma, cataratas, etc. Es la enfermedad más frecuente en los afiliados de la ONCE.

Hoy tenemos soluciones para frenar la progresión de la miopía

Pruebas biométricas especiales para el control de la miopía Cedida

Cómo frenar la miopía

La miopía siempre aumenta durante el crecimiento y hasta hace poco tiempo, lo único que se podía hacer es ir cambiando de gafas a medida que aumentaban las dioptrías. “Hoy tenemos soluciones para frenar la progresión de la miopía en la mayoría de los casos”.

Así lo explica la doctora Carmen Villoria, directora médica de la Unidad de Miopía infantil de Clínica Villoria, que puntualiza que: “El control de la miopía en el niño no tiene como finalidad eliminar la miopía, sino que avance lo menos posible y a menor ritmo para que no llegue a ser una alta miopía. En la Unidad de Miopía de nuestra clínica, médicos oftalmólogos y optometristas expertos en miopía infantil trabajamos en equipo para que aumente lo menos posible. El tratamiento más efectivo es un colirio de atropina, combinándolo en ocasiones con lentes de contacto especiales para control de miopía. Empleamos lentillas Orto-K que corrigen y frenan la miopía mientras se duerme y no es necesario el uso de gafas o lentillas por el día. También disponemos de lentillas de uso similar a las lentillas blandas convencionales. A partir de los 6 años casi todos los niños pueden llevar lentillas bajo la supervisión y control de un médico oftalmólogo. Y desde hace unos meses también hay gafas con cristales especiales para el control de la miopía”.

Clínica Villoria son expertos en el tratamiento de la miopía con colirio de atropina y lentillas especiales

El tratamiento y control de la miopía no consiste solo en usar lentillas y gafas especiales. Para aplicar el tratamiento idóneo en cada momento, es fundamental el seguimiento por un médico oftalmólogo experto en control de miopía infantil. Son necesarias pruebas biométricas especiales para ir controlando el crecimiento en longitud del ojo miope. Y el colirio de atropina, que es el método con mayor eficacia demostrada para frenar el crecimiento de la miopía, tiene que tener la concentración adecuada en cada caso y ser prescrito por un oftalmólogo. 

Hábitos saludables

Hay dos factores que incrementan la aparición y progresión de la miopía: la genética y el estilo de vida. Por eso, es muy importante tener en cuenta hábitos saludables como aumentar las horas de actividades al aire libre y de exposición a la luz natural, ya que estimula la producción de dopamina y frena el crecimiento del ojo miope. Es importante limitar el tiempo de tareas escolares prolongadas, y sobre todo de uso de pantallas electrónicas, videojuegos, etc., con las que los niños están ejercitando el ojo para ver de cerca en detrimento de la visión de lejos. La alimentación saludable y una dieta rica en vitaminas, también es aconsejable.