Saben bien quienes aman el sector que la pasión por el vino habla a la vez de pasado y futuro; de saber hacer atesorado en barricas y siglos; de entusiasmo por seguir aprendiendo y avanzando en un mundo que nunca será conquistado del todo. En la viña, se mira hacia atrás y hacia delante a partes iguales y es que solo de este modo se despalilla y se estruja la esencia de una tierra, con el amor como punto de partida y motor para seguir cuidando, seguir mejorando, seguir soñando.
Quién es valiente lo será siempre; y así nos lo revelan en copa los aromas y sabores de las elaboraciones de la familia bodeguera de Rioja Bodegas Familia Escudero, conocida por introducir con algo más que éxito la burbuja en la cuna del vino en España. Sus tintos y cavas presumen de codearse con las mejores etiquetas del mundo.
Con hasta 45 destinos de exportación actualmente, mira ahora al futuro con el respeto por el medio que les da de comer y las ganas de seguir compartiendo momentos alrededor de un catavinos como grandes hilos conductores. Misma filosofía que antaño, entonces, pero nuevas y mejores formas de hacerla posible, con la I+D+i y la sostenibilidad como aliadas indiscutibles.
Legado y terroir
“Nuestro padre nos enseñó el respeto por la tierra, el viñedo y el medio ambiente. También a elaborar siempre vinos naturales y agradables de beber. Es lo que me han transmitido, es lo que estoy haciendo y, por supuesto, es lo que traslado a las generaciones que nos siguen”.
Quien habla es Amador Escudero. Cuarta generación de Bodegas Familia Escudero y nariz detrás de algunas de las referencias más aclamadas de Rioja, tiene muy claro que nada del proyecto Escudero habría sido posible sin el amor y absoluto respeto por la viña y el medio ambiente heredado desde los orígenes de la bodega.
Con más de 300 hectáreas de viñedo en propiedad, presume de una importante superficie de viñas centenarias, con cepas que hunden sus raíces en los suelos arcilloso-calcáreos de las laderas del monte Yerga desde hace 120 años. Garnacha, viura, tempranillo, chardonnay o pinot noir son mimadas, entre los lugares de Grávalos y Pradejón, con prácticas artesanales y sostenibles.
Innovación
Abonos con lombrices californianas o feromonas para confundir sexualmente a las plagas. Bodegas Familia Escudero apuesta por innovadoras técnicas para evitar utilizar abonos químicos, herbicidas o pesticidas y es que ya Benito Escudero, padre de Amador, lo tenía claro: “Algo que echas al suelo para matar una hierba no puede ser bueno”. Asimismo, apuestan por una gestión de residuos sostenible, tratando y reutilizando sus aguas residuales para el riego.
Poesía
Compromisos que marcan la diferencia a la hora de dar lugar al excelente catálogo de la bodega, con grandes tintos, blancos y rosados naturales; robles y crianzas; de autor y de guarda. Destacan entre todos ellos su tinto Bécquer Autor y su cava Bécquer Brut, parte de la línea exclusiva para restauración de la bodega y entre las auténticas obras maestras de Amador. Rinde honores a uno de los grandes de la literatura de nuestro país y es que, según la leyenda, Bécquer escribió ‘El miserere’ en los montes de Yerga.
Y, por supuesto, futuro
Una de las familias bodegueras más emblemáticas de la D.O. y entre las pioneras del Grupo Rioja, la asociación que representa a más del 75 por ciento de la comercialización de Rioja para afrontar los retos de futuro del sector. En camino está ya la quinta generación de la bodega, con una formación envidiable y puntos de vista renovados, necesarios para mantener el equilibrio entre artesanía y modernidad de la marca; ya lo saben: Pasión por el vino.
Inconformismo desde 1852
Se cumplen ya cuatro generaciones de inconformistas e innovadores, fieles a la esencia, al espíritu, a una tradición, a un legado que empezó Juan Escudero, el abuelo de Benito Escudero en 1852. Ese fue el año en el que se plantaron los primeros viñedos de la bodega y con él llegó el amor por la tierra y las viñas. Un sentimiento que ha pasado de padres a hijos, solo así puede nacer el mejor vino y el mejor cava.
Porque así es: La Rioja es tierra de vinos… y también de cava, tal y como se encargó de demostrar Benito cuando, tras su estancia de estudios en Francia y la Champaña francesa, donde aprendió los secretos del afamado espumoso, se puso a producir champán en la bodega de su padre. Seguramente más de uno pensó que había enloquecido, pero lo cierto es que, casi dos siglos más tarde, la bodega que lleva su apellido ha sido encumbrada entre las pioneras de la denominación de origen Cava y sus descendientes siguen apostando por elaboraciones de alta calidad, como la gama Benito Escudero y Dioro Baco, fiel a su tradición artesana y carácter netamente riojano, fruto del terroir único de Grávalos, con viñas a 750 metros de altura, y el saber hacer del tiempo, con largas crianzas en botella, finos y elegantes, fáciles de beber, con una ligera acidez muy fresca y gran redondez.
Otros tesoros de los Escudero
“El Vermouth”
La misma curiosidad innata llevó también a Benito a investigar más allá de los vinos, los cavas, mistelas… para elaborar una receta para un Vermouth en el que el dulzor saliese de la propia uva, sin azúcares añadidos y con más de 35 botánicos cogidos en la sierra de la demanda y el pirineo. Un Vermouth muy equilibrado, con cuerpo, elegante, natural.
En nuestros días, la receta se presenta al mercado con dos variables: un Vermouth con base de Garnacha 100%; y un Gran Reserva, también de Garnacha 100%, dos productos estrella del marchamo Escudero, que completa un catálogo fiel a las esencias del apellido: calidad y carácter riojano.
“El aceite”
Viña y olivar se llevan bien. No son pocas las bodegas que unen a su producción vinícola la elaboración de aceite de calidad. Y en la zona de Grávalos esa simbiosis se da de forma natural, lo mismo que entre los Escudero, en cuya familia confluyen ramas de viticultores y olivareros.
Escudero es inequívocamente marca de vinos y cavas, pero también de aceite de gran calidad procedente de olivos de las variedades arbequina (con aromas a hierva recién cortada) y tosca (variedad procedente de la Toscana Italiana y con aromas a tomateras) con destino a la alta restauración.
Como si asumiese la filosofía familiar de la discreción, el aceite de Escudero, con nula acidez, de rápida emulsión y gran potenciador de sabores, no resta protagonismo al plato.
